Si hay plantas que nos alegran el día en invierno, no hay duda de que las Erica, o mejor dicho, el brezo, es una de ellas. Lo que quizá no sepas es que hay diferentes variedades: gracilis, arborea, cinerea, y la Erica vagans son solo algunos ejemplos.
Si bien casi todas ellas tienen los mismos cuidados, siempre hay peculiaridades. Por eso, en esta ocasión nos vamos a centrar en los cuidados de la Erica Vagans, una variedad menos conocida pero igual de florida en otoño e invierno. ¿Quieres saber más sobre ella?
Los cuidados más importantes de la Erica vagans
La Erica vagans también es conocida como Erica multiflora y se caracteriza por tener muchas más flores que en otras especies. Estas pueden ser rosas o moradas y se combinan con hojas en forma de lanza y alargadas.
Pero, ¿qué necesita para desarrollarse de manera correcta? Sigue nuestras recomendaciones con esta planta y verás que en poco tiempo se adapta a su nuevo hogar y tú la puedes ver crecer mucho más hasta convertirse en todo un arbusto que dé color a tu casa.
Iluminación
Al igual que cualquier otro brezo, la Erica vagans necesita que la ubiques a pleno sol. Es preciso que recibe la mayor cantidad de luz, y si es directa mejor. Por eso cuando se ubica en el interior de la casa corres el riesgo de que las flores se le caigan muy rápidamente y la planta se marchite.
En caso de que vivas en un clima templado, o bien que los veranos sean demasiado calurosos podrías colocarla en un lugar de semisombra, al menos el primer año para que se adapte a la temperatura que sueles tener en un ciclo anual.
Temperatura
No suele ser exigente con respecto a la temperatura porque aguanta bien tanto los descensos como los ascensos. Es cierto que si hay heladas puede sufrir, sobre todo si son muy intensas o por mucho tiempo. Pero es capaz de aguantarlo.
En cuanto a temperaturas altas está mucho más capacitada para tolerarla.
Tierra
El sustrato de la Erica vagans no difiere mucho del de cualquier Erica. En realidad, se adapta a lo que le eches, ya sea arena, arcilla, suelo ácido…
Ahora bien, si la tienes en maceta y quieres que esté muy sana, lo mejor es hacerle una mezcla con sustrato universal y perlita (o similar) para que respire y no se le apelmace la tierra.
Si la vas a plantar en el suelo, en principio no tendrás problema de que esta agarre en cualquier tipo y salga adelante, a veces incluso hasta reproduciéndose ella misma y abarcando más terreno de donde tú la plantaste.
Riego
La Erica vagans no es una planta que precise un riego moderado, pero tampoco conviene que se quede seca. Ten en cuenta que, al estar a pleno sol, el agua se le evapora rápido, por lo que sería buena idea que la regaras de manera regular pero sin que se le acumulara el agua (porque sería perjudicial para sus raíces).
Aun así, puede tolerar periodos de sequía sin problema.
En cuanto al riego, te recomendamos que lo hagas o a primera hora de la mañana, o a última de la tarde, sobre todo en verano. De lo contrario, las gotas de agua podrían hacer de lupa al sol y quemarle las hojas, flores, y la planta entera incluso.
Abonado
La Erica vagans es una planta que no precisa de abonado plantada en la tierra, pero sí en maceta ya que sus nutrientes y libertad se ven más limitadas y no puede encontrar su alimento. Por eso te recomendamos que al menos una vez al mes la abones un poco para aportarle un extra de vitaminas para que la floración sea más intensa y prolífica.
Poda
En general, la Erica vagans no es una planta que necesite que la podes, aunque sí es cierto que, cuando llega la primavera, si aún conserva las flores, conviene que veas si estas están marchitas o no. En caso de que las tenga, quizá pasar la mano por las distintas varas para que se le caigan del todo y pueda, durante el verano, producir nuevas florecitas.
Plagas y enfermedades
No te vamos a decir que sea una planta delicada, porque en realidad no lo es. Pero sí debes tener en cuenta que hay ciertas plagas y enfermedades que pueden ser las causantes de que tu planta no esté bien.
Con respecto a las plagas, hay que tener especial cuidado con las cochinillas y los ácaros, ya que estos suelen succionar la savia de los tallos o de los brotes tiernos e impedirán que la planta crezca.
Para tratarlos, lo mejor es coger un algodón y alcohol y lavar toda la planta para después pulverizarle algún insecticida que sea eficaz contra estas plagas.
En el caso de las enfermedades, hay un par que debes tener mucho cuidado. Hablamos del oídio y la roya, que harán que las hojas se marchiten, las flores se le caiga y te la encuentres tan débil que al final solo llegará a la muerte de la planta.
También debes vigilar el riego y la humedad puesto que, si está demasiado húmeda, puede sufrir del ataque del hongo Verticillium sp. y contraer la verticilosis. Se trata de un problema que pudre por completo las raíces y solo notarás que pasa algo cuando las hojas se empiezan a marchitar y el tallo se vuelve negro (como si estuviera necrosado).
Multiplicación
Por último, llegamos a la reproducción de la Erica vagans. En este caso la mejor forma de multiplicarla es a través de las semillas que podrás recoger de los cientos de flores que tiene.
Es aconsejable plantarlas cuando finaliza el invierno (o llega la temperatura más estable), más o menos a unos 10-18 grados centígrados. Durante la primavera y verano crecerá y seguramente florecerá ese mismo año que se planta. Esto ya te indica que es de rápido crecimiento.
Como ves, los cuidados de la Erica vagans no son complicados de llevarlos a cabo y a cambio tendrás una planta muy agradecida que te dará flores que se mantendrán durante el invierno con un colorido pastel que te encantará ver en tu jardín o balcón. ¿Te animarías a tenerla en casa?