Los arbustos del género Hebe son una maravilla. No crecen mucho, lo cual hace que la idea de tenerlos siempre en maceta sea muy atractiva; además, producen curiosas y bellas flores en lugares protegidos del sol directo. Por si fuera poco, no son tampoco difíciles de tener en interior. Pero, ¿sabes cómo cuida la Hebe andersonii?
Esta es probablemente la más popular. Veamos cómo puedes tenerla perfecta 🙂 .
Origen y características
Nuestro protagonista es un arbusto perennifolio procedente del cruce entre Hebe salicifolia x Hebe speciosa, que son originarios de Australia y Nueva Zelanda. Su nombre científico es Hebe x andersonii, pero también se llama Veronica x andersonii. Crece hasta alcanzar una altura de 50-60 centímetros, y es una planta vigorosa que ramifica mucho. Las hojas son coriáceas, enteras, elípticas, de color verde oscuro. Las flores, que aparecen en verano, son espigas azules que crecen entre las hojas.
Hay una variedad, es la Hebe x andersonii ‘Variegata’, que es de menor tamaño y tiene hojas opuestas, ovaladas y pequeñas, de color verde con el margen crema.
¿Cuáles son sus cuidados?
Si quieres tener un ejemplar, te recomendamos proporcionarle los siguientes cuidados:
- Ubicación:
- Interior: ha de estar en una habitación luminosa, sin corrientes de aire.
- Exterior: en semisombra.
- Tierra:
- Maceta: sustrato de cultivo universal mezclado con un 30% de perlita.
- Jardín: el suelo ha de ser fértil, con buen drenaje.
- Riego: se ha de regar 3 o 4 veces por semana en verano, y cada 4-5 días el resto del año.
- Abonado: desde comienzos de primavera hasta finales de verano es aconsejable abonarlo con abonos ecológicos, como el guano, cenizas de madera, etc. una vez al mes.
- Multiplicación: por semillas en primavera.
- Rusticidad: por experiencia te puedo decir que no le gusta el frío ni las bajas temperaturas. Lo ideal es que no baje de los 0 grados.
¿Qué te ha parecido la Hebe andersonii?