La planta conocida como patas de canguro es preciosa. Es de esas que puedes plantar en cualquier rincón soleado, que sabes que siempre va a quedar bien. Y es que, a simple vista da la impresión de que es un arbusto común, pero cuando florece es todo un espectáculo.
Además, resiste bastante bien la sequía, por lo que no es muy difícil de cuidar 😉 . ¿Te apetece conocerla mejor?
Origen y características
Nuestra protagonista es un arbusto perennifolio originario del suroeste de Australia cuyo nombre científico es Anigozanthos flavidus. Popularmente se conoce como patas de canguro. Se caracteriza por alcanzar una altura de hasta 1 metro, con hojas acintadas, erectas de 0,2m de ancho que surgen de un rizoma subterráneo, el cual mide unos 0,5m de diámetro.
Florece en verano. Las flores son tubulares y aterciopeladas, de color amarillo y verde, rojo, rosa, naranja o marrón. Estas surgen en racimos. Un ejemplar puede producir más de 350 flores en hasta 10 tallos.
¿Cuáles son sus cuidados?
Si quieres tener un ejemplar, te recomendamos proporcionarle los siguientes cuidados:
- Ubicación: exterior, a pleno sol.
- Tierra:
- Maceta: sustrato de cultivo universal mezclado con un 30% de perlita.
- Jardín: es indiferente siempre que tenga buen drenaje. No tolera el encharcamiento.
- Riego: 2-3 veces por semana en verano, algo menos seguido el resto del año.
- Abonado: desde primavera hasta otoño. Si está en maceta, usar abonos líquidos; en el caso de que esté en el jardín se pueden usar abonos en polvo o en gránulos. Es muy recomendable usar guano, ya que es orgánico y es rico en nutrientes, pero se puede optar por cualquier otro, como el universal.
- Multiplicación: por semillas en primavera. Siembra directa en semillero.
- Poda: se han de quitar las hojas secas y las flores marchitas.
- Rusticidad: soporta el frío y las heladas débiles de hasta los -2ºC.
¿Qué te ha parecido la patas de canguro? ¿La conocías?