Los fertilizantes caseros y orgánicos están de moda, y es toda una suerte. Porque nos ayudan a hacer crecer nuestras plantas fuertes y sanas, sin necesidad de recurrir a productos químicos que son malos para ellas, para nosotros y para el entorno. Si quieres sumarte a esta tendencia, es hora de que conozcas el agua de cáscara de huevo.
Un producto del que oímos hablar mucho últimamente, pero que no es ninguna novedad. Porque sus propiedades son conocidas desde hace cientos de años. Por eso, vamos a ver cómo funciona, qué beneficios tiene, y cómo podemos elaborarlo.
¿Qué es el agua de cáscara de huevo y para qué sirve?
Tal y como indica su nombre, se trata de un agua que obtenemos a base de cocer cáscara de huevo, y que luego utilizamos para regar nuestras plantas.
Aunque suene raro, la verdad es que este agua es toda una “bomba” de nutrientes para nuestras plantas, y les ayuda en su crecimiento y desarrollo. Es más, si empiezas a utilizarla, te vas a dar cuenta de que no tardan mucho en lucir más bonitas de lo habitual.
Beneficios de usar agua de cáscara de huevo
Como decíamos, este producto es rico en minerales y nutrientes, y esto le viene muy bien a todo tipo de plantas:
Aporta calcio
El calcio es esencial para los seres humanos, y también para las plantas. En ellas, se encarga de fortalecer las paredes celulares. Lo que obtenemos a cambio son plantas mucho más resistentes frente a las enfermedades y el estrés ambiental.
Cuando aplicamos agua de cáscara de huevo en el sustrato, estamos dándole a nuestras plantas algo así como un suplemento de calcio. Si prevenimos o corregimos deficiencias de este nutriente, conseguimos que nuestro jardín esté más bonito y sano.
Mejora la estructura del suelo
Con el paso del tiempo, la estructura del suelo se va degradando. Al “alimentarse” las plantas van consumiendo poco a poco los nutrientes, hasta que llega el punto en que el sustrato queda agotado. Es por esto que se recomienda ir renovándolo de forma periódica.
Para que esto no se convierta en un problema, puedes aprovechar el agua de cáscaras de huevos, porque la descomposición de este material libera minerales y equilibra el pH del suelo. Así les aseguramos a nuestras plantas que van a tener a su disposición los nutrientes que necesitan para crecer.
Estimula el crecimiento
Este producto del que estamos hablando no deja de ser un fertilizante y, como tal, estimula el crecimiento de las plantas. Por eso, es interesante aplicarlo durante los períodos de crecimiento activo que, en la mayoría de las plantas, se extienden de primavera a verano.
Reduce la acidez del suelo
Si tienes un suelo que es demasiado ácido para las especies que deseas plantar, utiliza este agua. Porque las cáscaras de huevo tienen una buena dosis de carbonato de calcio, que se encarga de neutralizar la acidez.
¿Cómo se elabora el agua de cáscara de huevo?
Además de todas sus propiedades, lo bueno de este fertilizante es que lo puedes elaborar con productos que, de otra manera, desecharías. Estos son los pasos que tienes que seguir:
Guarda las cáscaras de huevo
Con una media docena es más que suficiente, así que puedes aprovechar los restos que hayan sobrado cuando prepares una tortilla.
Lava bien el interior de las cáscaras para eliminar cualquier resto del huevo, y deja que se sequen al aire. No hace falta que apliques jabón ni ningún otro producto químico, el agua es suficiente para acabar con los restos de clara que suelen quedar pegados en la cáscara.
Tritura las cáscaras
Cuando las cáscaras estén secas, tritúralas para hacerlas pedazos pequeños. Puedes usar la batidora o un mortero y hacer un polvo fino. Si no dispones de estos materiales, puedes machacar las cáscaras de huevo con ayuda de un vaso u otro elemento que tenga un poco de peso.
Elaboración de agua de cáscara de huevo
Calienta agua en una olla y después agrega las cáscaras trituradas. La proporción es de 10 a 12 cáscaras de huevo por cada litro de agua. Por tanto, si usas media docena, bastará con añadir medio litro de agua.
Deja que la mezcla hierva durante cinco minutos y después déjala reposar sin sacar las cáscaras del agua.
Maceración
Cuanto más tiempo estén las cáscaras de huevo en agua, mucho mejor, porque así liberarán una mayor cantidad de nutrientes.
Basta con dejar macerar un día este fertilizante casero, pero puedes dejarlo hasta una semana entera sin ningún problema. Eso sí, cubre el recipiente para que el agua no se contamine con polvo u otros elementos externos.
Filtrado y almacenamiento
Después, filtra el agua para retirar los restos de cáscara de huevo, y guarda el fertilizante casero en un recipiente adecuado hasta que llegue el momento de utilizarlo.
Si la guardas en un lugar fresco, esta agua te puede durar en buenas condiciones hasta tres meses, así que tienes fertilizante para una temporada.
Aplicación del agua de cáscara de huevo
Para regar tus plantas, diluye la “infusión” en el agua de riego, en una proporción de una parte de agua de cáscara de huevo por ¾ partes de agua normal.
Durante la época de crecimiento, es suficiente con aportar agua de cáscara de huevo una vez al mes a tus plantas.
Como truco extra, no deseches las cáscaras trituradas, porque dan buenos resultados como plaguicida, especialmente frente a las babosas y los caracoles. Solo tienes que esparcir las cáscaras alrededor de las plantas. Si los caracoles o las babosas pasan sobre ellas se van a pinchar, y dejarán de atacar tus plantas.
Otro uso para las cáscaras de huevo que has empleado para hacer fertilizante es que las añadas a tu cubo de compost. Su descomposición enriquecerá la mezcla y tendrás así un abono mucho más completo para tus plantas.
Con el agua de cáscara de huevo todo son ventajas. Se elabora de forma fácil y rápida, y los resultados son visibles casi de forma inmediata. Así que no lo dudes y pruébala en tus plantas. ¡Nos encantará saber cómo te ha ido!