¿Qué es la paleobotánica?

Helecho Pteridofita fosilizado

La paleobotánica es una ciencia gracias a la cual podemos, al menos intuir, cómo se debió ver el planeta Tierra en el pasado, pero no sólo eso, sino que también nos permite saber qué clima hubo y, lo más interesante si cabe: cómo han ido evolucionando las plantas con el transcurso del tiempo.

Es una rama de la paleontología ciertamente fascinante. Los restos fosilizados que nos han llegado nos permiten echar una vista a una época en la que nuestro hogar, la Tierra, estaba habitada por seres que, de otro modo, no podríamos ni siquiera sospechar que estuvieron aquí.

¿Cómo se fosilizaron las plantas?

Helecho fosilizado

Como sabemos, las plantas no pueden trasladarse de lugar. Crecen y mueren donde la semilla brotó. Una vez que se quedan sin vida se convierten en alimento para los microorganismos, en especial los hongos; debido a ello, no es fácil encontrar fósiles vegetales. Pero, si se dan las condiciones adecuadas, pueden formarse.

Dependiendo de dónde estén o de dónde hayan quedado sepultadas, distinguimos varios tipos:

  • Carbonización: ocurre cuando una planta cae en un ambiente pantanoso y se sumerge en un medio con poco oxígeno. Al hacerlo, los hidratos de carbono que constituyen la celulosa se descompone lentamente liberando metano y anhídrico carbónico.
  • Impresiones: ocurre cuando los restos de vegetales, por ejemplo, una hoja o una flor, se imprime en el sedimento.
  • Mineralización: ocurre cuando los restos quedan sepultados bajo los sedimentos. Los tejidos orgánicos se reemplazan por sustancias minerales.
  • Moldes: ocurre cuando las partes más voluminosas de las plantas se entierran en el sedimento. En el caso de que el interior del tronco se destruya, quedará el hueco, pero si el hueco se rellena de sedimento se formará el contramolde.

¿Cómo se limpian los fósiles?

Hoja de árbol fosilizada

Los fósiles, tanto de vegetales como de animales, una vez encontrados y extraídos lo primero que se hace es cubrirlos con yeso. Aunque son »rocas», realmente son piezas muy delicadas que, si no se tratan con mucho cuidado podrían perderse para siempre.

Una vez que han sido llevados al laboratorio se quita la capa superior del yeso y se limpian con un escriba de aire neumático, que es un aparato similar a las fresas que usan los odontologos. Con él, se podrán separar los trozos de roca que sobra.

A continuación, se les aplica un químico (B 72) que los protegerá del deterioro que podrían causales los ácidos. Después los sumergen en soluciones químicas específicas bien controladas para eliminar la costra de tierra de no más de 5 milímetros.

Finalmente, los científicos pueden estudiarlos a fondo, identificando la especie a que pertenecieron, su era geológica, su tamaño, etc.

Este es un trabajo que puede llevarles de pocas semanas a años, dependiendo del fósil en cuestión. Sin embargo, cuando terminan, muchos de ellos son llevados a los museos donde personas como tú y como yo pueden ir a verlos y, quizás, imaginarse en un mundo auténticamente salvaje y natural.


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