¿Alguna vez has querido plantar semillas de lino pero no te has atrevido porque no sabías si iban a agarrar, salir o siquiera sabías cómo cultivarlas? No te preocupes, no serías el primero que tiene dudas.
Por eso, si quieres disfrutar del lino (más allá del cultivo comercial y sí como decorativo) aquí te vamos a dar todas las claves que debes tener en cuenta para que salga adelante y, sobre todo, para que tengas una maceta o un campo lleno de flores de azul pálido. ¿Te animas?
Cuándo se planta el lino
Lo primero que debes saber sobre las semillas de lino es cuándo debes plantarlas. Por si no conoces mucho esta planta, es anual, lo que quiere decir que nace, crece, florece y luego muere. Con suerte, las semillas de las flores caen al suelo y, por primavera, brotan dándote de nuevo más lino.
No son plantas que crezcan mucho, pueden hacerlo hasta un metro de alto pero lo más bonito de ella son sus flores.
Y claro, de ellas obtienes las semillas. Estas es mejor plantarlas tras los fríos, es decir, sobre febrero o marzo, que es cuando empieza a despertar todo. Son muy fáciles de cultivar, y aún más fáciles de propagar, así que no pensamos que vayas a tener problema con ellas. Eso sí, solo duran entre 130 y 150 días solo (todo su ciclo).
Los pasos para plantar semillas de lino
Ahora que tienes idea de cuándo debes plantarlas, y algunos datos curiosos sobre el lino, vamos a pasar a detallarte los pasos que debes tener en cuenta a la hora de plantar semillas de lino.
Prepara el lugar donde vas a plantar
Antes de nada, conviene que hayas determinado el lugar donde vas a plantar las semillas de lino. Este es importante por dos motivos:
- Por un lado, porque para crecer el lino va a necesitar mucho sol directo. Si las pones en una zona de semisombra crecerá, sí, pero no tanto como al sol. Y en sombra aunque puede crecer, no se va a desarrollar apenas (y tendrás más dificultades para que florezca).
- Por otro lado, porque necesita una tierra muy nutritiva para crecer. El lino es una planta que necesita un buen suelo para germinar. Por eso, si tu tierra es arcillosa vas a tener que arar bastante para evitar que haya zonas muy compactas (cosa que odia y no tolera nada). A la hora de escoger una buena tierra, mejor que te decantes por las arenosas.
Y por supuesto, ten a mano abonos o fertilizantes porque el lino demanda muchos nutrientes que tendrás que echarle en época de crecimiento para que se desarrolle fuerte y pueda florecer.
Prepara las semillas
Si tienes ya semillas de lino compradas, o si las has guardado de la temporada pasada, hay algunos profesionales que, para activar estas y que germinen más rápido, las meten en un vaso con agua durante 24 horas para hidratarlas y al mismo tiempo «despertarlas».
En tu caso puedes hacer lo mismo, o bien puedes plantarlas directamente en la tierra.
Cómo plantar semillas de lino
Ya tienes la semilla y la tierra donde vas a plantarlas. Como te hemos dicho antes, podrás hacerlo en el jardín (en el suelo) o en una maceta. Ahora bien, ¿cómo plantarlas?
Debes saber que las semillas son pequeñas y delgaditas, así que, como pasa con el cultivo del tomate, no deben esconderse demasiado hondas, sino que lo mejor es echarlas sobre la tierra y cubrir muy ligeramente con ella para evitar que los pájaros u otros animales puedan cogerlas.
Después, con un bote en spray con agua y fertilizante, deberás pulverizar agua para humedecerle la tierra. Ten en cuenta que el lino es una planta a la que le gusta la tierra húmeda, pero no tolera ni el exceso ni tampoco la escasez de agua. Así que tendrás que revisar al principio para saber cuál es el periodo ideal para tus plantas.
En general, se suelen regar una vez a la semana, siempre por abajo para que el agua no le caiga al follaje.
Conforme vayan creciendo, tendrás que ir eliminando aquellas plantas que veas más débiles, o que no terminan de salir.
Un aspecto importante que te recomendamos es que marques una buena separación entre plantas. Normalmente se recomienda que haya un espacio de unos 30 centímetros entre las plantas para que puedan desarrollarse correctamente. Eso sí, el lino no es una planta que desarrolle muchas raíces, son más bien cortitas.
Además, de vez en cuando deberás podar el lino para que el aire circule por toda la planta. Esto evitará también la aparición de enfermedades y plagas.
Qué cuidados son importantes
Finalmente, ahora que tienes las semillas de lino plantadas, solo te quedará esperar a que germinen, crezcan y te florezcan. Y para ello es importante darle los cuidados que precisa. Concretamente:
- Mucho sol. Cuanto más sol directo reciban mucho mejor para la planta.
- Riego adecuado. Ni de más, ni de menos. Para ello tendrás que adaptarse a las necesidades de tu planta (porque dependerá del clima, de la temperatura…).
- Abonado. Durante la época de crecimiento este es muy importante, así como también en la floración.
- Poda. Para poder dejar que respire y al mismo tiempo sanearla con plantas que son más débiles, que mueren o que enredan la planta en sí.
Recolectar el lino
Más o menos a final del verano es cuando se procede a la recolección del lino. Más concretamente a coger los frutos, unas bolitas que serán verde oscuras y que, al apretar un poco se abrirán y dejarán salir un líquido aceitoso. Este es bastante apreciado. Pero lo que no sabrás es que, cuanto más se le deje madurar, mejor estarán las semillas para el próximo año.
Aparte del fruto, también se utilizan los tallos del lino para fabricar textiles. Estos se suelen recoger cuando ya está maduro completamente. Sin embargo, si lo que se quiere es producir fibra entonces se corta mientras está la floración.
Como ves, plantar semillas de lino no es nada difícil y podrías hacerlo en tu jardín para disfrutar de unas hermosas flores azules. Además, al ser tan fácil de propagar no tendrás problema para que, al año siguiente, sigas disfrutando de la planta. Eso sí, cuidado si hace mucho viento porque podría hacer que las semillas se dispersaran y al final tuvieras lino en más partes del jardín.