Semilleros protegidos: todo lo que hay que saber de ellos

Los semilleros protegidos para tu casa.

Cuando germinamos plantas desde cero, partiendo de una semilla, debemos tener especial cuidado con la temperatura. Ya que, en la mayoría de los casos, las semillas son sensibles al frío y este puede impedir que empiecen a salir los brotes. Precisamente por eso, los semilleros protegidos llegan a ser tan útiles.

Vamos a contarte qué son exactamente, cómo hay que utilizarlos y en qué casos es más recomendable recurrir a ellos, porque lo cierto es que no siempre te van a hacer falta.

¿Qué es un semillero protegido?

La ventaja de tener un semillero bien protegido.

Si te apasiona la horticultura, ya sabrás que cada cultivo tiene su momento de plantación y de recolección. Hay hortalizas y verduras que son perfectas para plantar en invierno, pero otras requieren de un clima algo más cálido.

Sin embargo, no tienes que renunciar a plantar durante el invierno semillas de variedades que no llevan bien el frío, porque para eso tenemos los semilleros protegidos.

Como puedes imaginar por su nombre, se trata de una instalación diseñada para el cultivo de plantas a partir de semillas, pero que aporta unas condiciones que permiten protegerlas del frío.

Su diseño garantiza que las semillas van a recibir las condiciones óptimas de temperatura, humedad y luz que necesitan para germinar.

Para comprender mejor de qué estamos hablando, aquí tienes algunas de sus características esenciales:

Control del entorno

A través de estos semilleros es posible mantener la temperatura en niveles específicos que fomentan una germinación exitosa de las semillas y favorecen el crecimiento inicial de las plántulas.

También se controla la humedad, para evitar que el exceso o el defecto de la misma afecten de forma negativa al desarrollo de las plantas.

Además, se utilizan sistemas que permiten el paso de la luz natural, de forma que las plantas en diferentes etapas de crecimiento puedan recibir la luz que requieren para crecer.

Protección frente a condiciones adversas

Los semilleros protegidos aportan protección frente a condiciones climáticas adversas como las heladas, los vientos fuertes o las lluvias intensas. Factores que podrían afectar de forma negativa a la germinación de las semillas y dañar las plántulas.

También son una buena protección frente a plagas y enfermedades. Ya que los insectos se sienten muy atraídos por las plantas jóvenes.

Inicio temprano de la temporada de cultivo

Una de las finalidades de los semilleros protegidos es que podamos iniciar el cultivo de ciertas verduras y hortalizas antes de que llegue la temporada de siembra natural. Algo que resulta de mucha utilidad en zonas con climas especialmente fríos.

Incrementa la tasa de germinación

A través del semillero protegido le damos a las semillas unas condiciones idóneas para germinar. Esto hace que la tasa de éxito en el cultivo sea más alta.

Adaptación a diferentes escalas

Una de las grandes ventajas de estos dispositivos es que se adaptan a diferentes escalas y podemos encontrarlos o crearlos en versión pequeña para hacer uso de ellos en nuestro huerto doméstico.

Cómo se usan los semilleros protegidos

Cómo usa un semillero protegido

La utilización de estas superficies de plantación protegidas es bastante sencilla. Aquí tienes una pequeña guía en la que detallamos el paso a paso:

Preparación del semillero

Empieza llenando el contenedor con un sustrato de siembra de buena calidad. Que sea ligero, esté libre de patógenos y que tenga buenas condiciones de drenaje.

Después, riégalo antes de poner en él las semillas. Si está uniformemente húmedo, le estamos proporcionando a las semillas un hábitat idóneo para ellas.

Siembra de las semillas

Con el semillero protegido ya listo, colocamos las semillas en el sustrato. Lo hacemos siguiendo las indicaciones del paquete en cuanto a la profundidad de plantado y la distancia de siembra.

Ten en cuenta que algunas semillas deben enterrarse y otras necesitan luz directa para crecer. Por eso, es importante que leas bien las instrucciones.

Etiqueta el contenedor

Si estás plantando diferentes variedades, pon en el contenedor una etiqueta que especifique lo que hay plantado y la fecha de siembra. Esto te permitirá darle a las semillas el cuidado que necesitan y hacer un buen seguimiento de su evolución.

Cuidado del entorno

Aunque se trate de semilleros protegidos, no los dejes en cualquier lugar. Ubica los contenedores en un lugar en el que estén protegidos tanto de la humedad como de las temperaturas extremas.

Riego e iluminación

Riega el sustrato con la suficiente frecuencia como para que esté constantemente húmedo. Si lo prefieres, puedes recurrir al sistema de riego por goteo, que va perfecto para las semillas y te quita mucho trabajo.

Revisa las condiciones de luz que reciben las semillas. Si crees que son insuficientes, valora aportar un poco de luz adicional.

Ventilación del semillero

Asegúrate de que el aire circula bien dentro del semillero, o acabarás teniendo problemas de humedad que pueden derivar en la aparición de moho y enfermedades fúngicas.

Proceso de endurecimiento

Una vez que las plántulas hayan aparecido, debes actuar con precaución. Si las pasas directamente del semillero protegido al exterior, pueden sufrir mucho estrés y llegar a morir.

Lo adecuado en estos casos es realizar un proceso de endurecimiento. Es más o menos un proceso de adaptación a las condiciones del exterior. Para ello, expón las plántulas al aire libre por períodos cortos de tiempo y ve aumentando progresivamente.

Realizada la adaptación, ya puedes llevar tus plantas al exterior y trasplantarlas a su ubicación definitiva.

Para qué semillas son mejor los semilleros protegidos

Que son los semilleros protegidos

Son una buena alternativa para las semillas de plantas que requieren unas condiciones muy específicas para su germinación y son especialmente sensibles a factores como el frío o las plagas.

  • Semillas de hortalizas. Un semillero protegido te permitirá plantar semillas de hortalizas como tomates o pimientos antes de que empiece la temporada de plantación en el exterior.
  • Flores anuales y perennes. Si tienes semillas de plantas que requieren un largo período de germinación, usar un semillero protegido te permitirá disfrutar de ellas durante mucho más tiempo, porque conseguirás que crezcan antes.
  • Hierbas aromáticas. Variedades como el cilantro o la albahaca crecen mucho más rápido en semilleros protegidos.
  • Plantas ornamentales. Si estás reproduciendo alguna de tus plantas ornamentales a través de semillas, estos contenedores multiplican tus posibilidades de hacerlo con éxito.

Los semilleros protegidos son grandes aliados para cultivar hortalizas, vegetales y también plantas ornamentales. Gracias a ellos, podemos adelantar el ciclo de crecimiento de las plantas y aumentar las posibilidades de éxito. ¿Los has probado?


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