El término verduras baby se está haciendo especialmente popular entre los consumidores, porque empezamos a verlo con frecuencia en los supermercados, y este tipo de verduras están cada vez más presentes en las recetas caseras y de restaurantes.
Pero, ¿qué es exactamente una verdura baby? Vamos analizarlo con detalle y a saber más sobre este tipo de verduras.
¿Qué son las verduras baby?
Son verduras normales y corrientes, pero se trata de versiones algo más pequeñas de lo habitual, porque se cosechan antes de que alcancen su tamaño completo.
La recolección se lleva a cabo cuando la verdura todavía es inmadura y tiene un tamaño pequeño. Esto hace que resulte más tierna y tenga un sabor más delicado.
En la actualidad, podemos encontrar versiones baby de las verduras y hortalizas más populares, como las zanahorias, los pepinos, el brócoli, el calabacín, etc.
Su tamaño resulta bastante curioso y, precisamente por eso, son una buena forma para que los menos “amigos” de las verduras se acerquen a ellas. En el caso de los niños, es mucho más fácil convencerlos de que coman vegetales, si los ven en su versión mini.
Otra de las razones de su éxito es que su sabor es suave y se pueden agregar a cientos de platos. Incluso se pueden comer crudas.
Entre sus características vamos a destacar:
Tamaño pequeño
Son versiones mini de vegetales que están habitualmente en nuestra dieta. No es que sean una variedad diferente, son la misma de siempre, pero recolectada antes de tiempo. Es decir, que la zanahoria baby no es un subgénero de zanahoria.
Textura tierna
Estas verduras resultan más apetecibles, porque su textura es más tierna y suave que la de su versión totalmente madura. En consecuencia, comer un vegetal en versión mini es una experiencia más agradable, incluso si se toma crudo.
Sabor delicado
Las verduras baby tienen un sabor ligeramente diferente de su versión “grande”. Es habitual que sean más dulces y que el toque de amargor propio de algunas variedades de vegetales y hortalizas no esté presente en ellas.
Color vibrante
Es frecuente que estas variedades mini tengan colores vibrantes y atractivos. Lo que las convierte en una buena opción para aportar un toque de frescura a los platos.
Versatilidad
Por su tamaño y textura, pueden utilizarse en una gran cantidad de recetas. Se pueden añadir crudas en ensaladas, pero también pueden formar parte de salteados, sopas, guisos o estofados. Y resultan deliciosas cocinadas al vapor, a la parrilla o al horno.
Tiempo de cocción
Como tu tamaño es más pequeño y su textura es más tierna, el tiempo de cocción es más rápido que el que tienen esas mismas verduras cuando las utilizamos en su versión totalmente desarrollada. Por tanto, son una buena elección cuando vamos con algo de prisa en la cocina.
¿Cómo se cultivan las verduras baby?
Si te planteas la posibilidad de incorporar verduras baby a tu huerto, aquí tienes las claves para conseguir un buen resultado:
Preparación del suelo
Empieza preparando el suelo añadiéndole un poco de compost o abono orgánico para mejorar su estructura y hacerlo más fértil. Además, asegúrate de que tiene una buena capacidad de drenaje, porque el encharcamiento no es bueno para las raíces de los vegetales.
Selecciona las semillas
Decide qué verduras baby vas a cultivar. Algunos proveedores ya cuentan con semillas especialmente seleccionadas para ser cosechadas en etapas tempranas de crecimiento.
Siembra
Siembra las semillas según las necesidades de cada variedad de vegetal. Como particularidad, como las verduras no van a desarrollarse totalmente, puedes colocar las semillas más cerca unas de otras que cuando vas a hacer un cultivo de ciclo completo.
Riego
Asegúrate de que el sustrato se mantiene húmedo de forma uniforme, pero sin llegar a estar empapado. Ten en cuenta que las verduras baby no toleran bien la sequía, pero tampoco es bueno someterlas a demasiada humedad.
Control de malezas
Mantén limpio de malezas el área circundante a tus plántulas, para que no tengan que competir por nutrientes, agua y luz solar. Aplicar un poco de mantillo orgánico alrededor de la zona en la que has plantado las semillas te ayudará a reducir la aparición de malas hierbas.
Fertilización
Lo mejor en estos casos es aplicar fertilizantes orgánicos como compost casero o algo de estiércol. Si vas a utilizar fertilizante de tipo industrial, asegúrate de que sea uno desarrollado para hortalizas.
Cosecha de las verduras baby
La clave para obtener estas mini verduras es recolectarlas en una etapa temprana de su crecimiento. En función de la variedad que hayas plantado, tendrás que hacer la recolección en un momento u otro.
Lo ideal es recogerlas cuando aún son pequeñas y tiernas, pero han madurado lo suficiente como para tener un buen sabor.
Almacenamiento y consumo
Una vez recolectadas las verduras baby, las puedes consumir frescas o almacenarlas en el frigorífico durante unos días. También utilizarlas para elaborar conservas.
Cuáles son las más conocidas
Te dejamos un pequeño listado con las versiones baby más populares:
- Zanahorias baby. Son tiernas y dulces, y se pueden consumir incluso a modo de aperitivo, así como cocidas en guisos o salteados.
- Calabacines baby. Por su sabor suave y su textura tierna, resultan ideales para asar, saltear, añadir a guisos, y hasta para rellenarlos.
- Pepinos baby. Destacan por su textura fresca y su sabor refrescante. Lo más habitual es consumirlos crudos en ensaladas, en sándwiches, o encurtidos en vinagre para hacer los clásicos pepinillos.
- Pimientos baby. Son muy apreciados porque tienen un sabor suave y dulce. Se pueden consumir crudos a modo de aperitivo, pero también dan buen resultado para asar y saltear.
- Brócoli baby. La versión mini del brócoli es una alternativa muy interesante para conseguir que los peques de la casa coman más verdura.
- Espinacas baby. Las espinacas de hojas jóvenes y pequeñas resultan tiernas y su sabor es ligeramente dulce. Esto hace que sean una auténtica delicia.
Las verduras baby están conquistando poco a poco las cocinas de todo el mundo, y resulta interesante cultivarlas en nuestro propio huerto. ¿Te animas con ellas?