El virus del mosaico del tabaco es una enfermedad viral que ataca a las plantas del tabaco, así como en otras especies solanáceas, debilitándolas muchos aunque no al punto de matarla. Esta se pone en manifiesto cuando las hojas presentan un aspecto alargado, dobladas y con arrugas.
Características del virus del mosaico del tabaco
Uno de los transmisores de este virus es el pulgón, pero el contacto entre plantas sanas con enfermas, herramientas contaminadas y la mano del hombre, tienen buena parte de responsabilidad. Lo cierto es que cuando se contagian las plantas suele haber grandes consecuencia de índole económico para los dueños de las plantaciones.
Este virus afecta de igual manera plantas de cebolla, tomate, apio, papa, berenjena, remolacha, col, soya, pimiento y otras tantas más. El virus solo puede sobrevivir y reproducirse en las células vivas, es bastante eficiente a la hora de infectar y tiene la capacidad de mantenerse viable mucho tiempo incluso años en el tabaco almacenado y restos de una cosecha.
La infestación se produce con mucha facilidad utilizando heridas o los pelos radicales de la planta, las personas que manipulan el material y plantas infectadas y hasta los fumadores, son una de las vías más eficaces para llevar el virus del mosaico del tabaco a plantas sanas. Una vez que ya existe un foco infeccioso, el mismo se irá expandiendo de una planta a otra de diversas maneras, es decir, por las labores de los obreros de deshoje o recogida de esquejes, mediante el contacto entre raíces y hojas.
Síntomas
Los síntomas y los daños en la planta van a depender en buena parte de la edad y nivel de susceptibilidad de la planta, de las condiciones ambientales y de la cepa del virus. Aquellas plantas que son sensibles al virus tan pronto son contagiadas comienzan a presentar síntomas como manchas o motas a manera de mosaico de intensidad variada y perdida de color en las hojas tiernas, todo lo cual sucede apenas a 5 o 6 días de la llegada del virus del mosaico del tabaco.
Cuando la planta está enferma producto de este virus, se notará en su tamaño reducido y en la deformación de las hojas, las cuales también serán mucho más pequeñas. Cuando la infestación está bastante avanzada las hojas apicales serán las principales perjudicadas. También se notarán manchas marrones en la piel y en la pulpa de los frutos, manchas en los tallos de color oscuro al igual que en los peciolos de las hojas.
En aquellas variedades hipersensibles de la planta de tabaco, se observa en las zonas infectadas los tejidos necrosados lo cual sucede rápidamente. Esta es una manera de impedir que el virus se expanda a otras zonas de la planta.
¿Cómo controlar la aparición o expansión del virus del mosaico del tabaco?
Es de vital importancia mantener un buen control de la plantación desde el inicio para evitar la aparición o propagación del virus de plantas enfermas a otras sanas. Estos son algunos consejos para llevar un control adecuado:
- Bajar al máximo la cantidad de fertilización nitrogenada.
- Hacer los semilleros en una zona alejada de las plantaciones de tabaco.
- Plantar posturas que no estén infectadas.
- Erradicar las malezas.
- Mantener las manos limpias y desinfectadas antes de plantar cada postura.
- Eliminar completamente los vestigios de las cosechas.
- Utiliza ejemplares que sean resistentes al virus.
- Evita en acceso de animales a la zona de cultivo ya que puedes ser portadores de la enfermedad.
- Aleja la plantación de zonas que estén contaminadas con pulgones, moscas blancas u otros.
- Mantén a raya los vectores con insecticidas naturales o químicos.
- Mantén desinfectadas las herramientas de trabajo como prevención por si han sido infectadas en otras plantaciones.
- Evita los suelos donde antes hubo plantas contaminadas, en caso de que sea inevitable puedes renovar hasta 30 centímetros hacia abajo el suelo.
¿Cómo se transmite el virus del mosaico del tabaco?
La infección es por contacto en la gran mayoría de los casos, este puede suceder bien por medio de las manos de los obreros de la plantación que estén infectadas por otra planta o por los restos de una cosecha anterior. También las herramientas que se utilizan para trabajar son responsables de llevar el virus de un lugar a otro. La prevención es de vital importancia, ya que una vez que el virus del mosaico del tabaco se ha instalado no hay planta que se le resista ni forma de erradicarlo, cuando estas son sensibles.
Historia del virus del mosaico del tabaco
El virus del mosaico del tabaco se describió por primera vez en el año 1883, para entonces el químico Adolf Mayer señalo que el mismo podía ser llevado de una planta hasta otra casi de manera idéntica, como lo hacían las infecciones con bacterias. Otra investigación realizada por Martínez Willem Beijerinck seis años más tarde, desveló que aun cuando se hiciera uso de una zona de cultivo libre de bacterias y bien filtrado, el agente vírico se mantenía vivo.
Años más tarde, específicamente en 1935, se determinó que aun cuando el virus fue cristalizado, el mismo permanecía vivo, lo cual demostró en aquel entonces Wendell M. Stanley de profesión bioquímico. Una cristalógrafa que trabajo para Stanley, llamada Rosalind Franklin, determino en 1958 que este virus del mosaico del tabaco no era macizo, por el contrario era hueco, dando a conocer su hipótesis de que el al ácido ribonucleico de este poseía un trenzado simple.
Si estás pensando en cultivar plantas de tabaco o cualquiera de las que hemos mencionado, es muy importante que tengas presente toda esta información para que tomes las acciones preventivas necesarias a fin de evitar que tu cultivo resulte contaminado.
De hecho, habrás podido notar que solo actuando de manera anticipada en aras de evitar que cualquier vector o agente externo, mal uso o falta de medidas de higiene y desinfección de herramientas, podrás llevar tu plantación a una cosecha exitosa cuyos frutos sean sanos y se puedan procesar o comercializar según el caso. Cómo puedes ver es bastante importante fijarse en nuestras plantas, para así saber si éstas están siendo invadidas por plagas o virus desconocidos.