¿Cómo saber si mi zamioculcas está enferma?

zamioculcas enferma

De las zamioculcas se dice que son unas plantas todoterreno puesto que son capaces de aguantar prácticamente todo. Sin embargo, eso no quiere decir que no puedan enfermarse. A veces, tener una zamioculcas enferma es habitual y detectar los síntomas lo más pronto posible puede marcar la diferencia entre salvarla o tener que despedirte de ella.

Por eso, si tienes zamioculcas o quieres tener una y te preocupa que se enferme fácilmente, aquí vamos a darte las claves para que detectes si está bien tu planta o si le pasa algo. Y, además, también intentaremos ayudarte a que salga adelante y la tengas durante muchos años. ¿Vamos a ello?

Guía rápida sobre los cuidados de la Zamioculcas

maceta de zamioculcas

Antes de hablar de una zamioculcas enferma es importante conocer cuáles son los cuidados mínimos que debes proporcionarle puesto que estos pueden ayudar a descubrir el motivo por el cual se ha enfermado y cambiándolos podrías salvarla fácilmente.

¿Y cuáles son estos? Los siguientes:

  • Ubicación: necesita un lugar luminoso pero no tiene por qué estar expuesta al sol directamente. Eso sí, necesita mucha luz para poder crecer.
  • Temperatura: Puede soportar de 12 a 35ºC, pero hay que tener en cuenta que estará mejor en un ideal de 18 a 28 grados más o menos.
  • Riego: El riego ha de ser regular pero sin pasarte. Es mejor regarla dos o más veces a la semana que ahogarla con un único riego. Además, se puede dejar de regar en invierno y si este es muy frío, perderá las hojas pero después en primavera brotará.

Problemas que generan zamioculcas enferma

zamioculcas oscuras

Una vez conocidos algunos de los cuidados básicos de la zamioculcas, es hora de atacar a los problemas que generan que se enferme. Aquí te dejamos algunos de los más importantes que debes tener en cuenta.

Hojas amarillas

Si alguna vez has visto a tu zamioculcas con las hojas amarillas, debes estar alerta. Como sabes, las hojas de esta planta son verdes, más oscuras o menos dependiendo de la especie que sea, pero en general, son de ese color. Así que, cuando estas se tornan amarillas, lo primero que debes hacer es parar completamente el riego. Y es que es uno de los problemas más habituales.

Normalmente, aparece primero en las hojas más bajas y más antiguas, e incluso es posible que tengan las puntas marrones, lo cual te puede indicar un problema de exceso de luz. Pero no es así.

Si ves que tiene hojas amarillas, que los tallos están caídos, que las hojas están arrugadas, que no crece, y que notas como si perdiera fuerza y hojas, entonces casi siempre va a ser porque te has pasado con el riego.

En ese caso, nuestro consejo es que la saques de la maceta, quites toda la tierra posible (notarás que está compacta, blanda, húmeda, incluso que al apretarla sale agua). Después revisa las raíces y corta las que parezcan muertas o ahogadas. Eso ayudará a recuperarse. Por último, plántala en otra maceta y con tierra nueva y no la riegues durante varios días. Si la has pillado a tiempo podrá resucitar en unos meses.

Otros motivos por los que puede tener hojas amarillas puede ser por una plaga, por exceso de luz, por estrés (por ejemplo, porque acabas de traerla de la tienda o porque hay un cambio de temperatura fuerte en tu casa), o por aclimatarse a su nuevo hogar. En estos casos, tratar la plaga, ubicarla en otra zona o tener paciencia van a ser las claves que deberás tener en cuenta.

Tallos se caen

Otro problema que hace que las zamioculcas se enfermen es cuando notas que los tallos de la planta se caen. Si eso te pasa, y teniendo en cuenta que deben ser rígidos y verticales, lo que te indica es que te has pasado con el riego. Cuando esto pasa, los tallos se ablandan y además, se pudren por dentro, razón por la que estos caen y al final los pierde.

También puede ocurrir que tengan los tallos caídos pero sigan rígidos. ¿Por qué? Pregúntate qué luz recibe. Y es que, cuando no tienen la suficiente, suelen buscarla por su alrededor y la planta tiende a crecer hacia el lado donde más luz recibe para poder nutrirse. Si eso pasa, cámbiala a otro sitio y verás como los tallos, muy poco a poco, pueden ponerse bien.

Hojas curvadas

¿Has pasado por al lado de tu zamioculcas y has visto que tiene las hojas enrolladas sobre sí mismas? Cuidado, porque eso quiere decir que no tiene agua y que la planta está sufriendo, y mucho, por esa época de sequía. Por eso, lo mejor que puedes hacer es regarla, pero te aconsejamos que no lo hagas con mucha agua, sino que es mejor ir haciéndolo poco a poco para no ahogarla demasiado.

Podredumbre de la raíz

dos ramas de zamioculcas

La podredumbre de la raíz es uno de los problemas más habituales de la planta ZZ, como se le suele llamar. Y también de las más complicadas de salvar. Este problema se caracteriza por tener hojas amarillas, ampollas en las hojas, puntas marrones o que los tallos o las hojas se arruguen. Si levantas la maceta y te la acercas puedes oler a podrido. Si es así, debes actuar con rapidez. Primero, quitarle la tierra para ver las raíces. Si están marrones, negras, blandas, frágiles o huelen mal, córtalas.

Lava las raíces que queden y usa tierra nueva que tengan mucho drenaje para evitar que se apelmace la tierra y dejar respirar las raíces. De esta forma la zamioculcas tendrá más posibilidad de pasar de enferma a sana.

Ha aparecido el bulbo o rizoma

Cuando se riega, salvo que lo hagas siempre por abajo, la tierra va desplazándose y deja expuestas las raíces o incluso el bulbo de la planta puesto que se va haciendo un agujero. El problema es que, cuando un bulbo o un rizoma se asoma a la superficie puede ser un síntoma de que algo no va bien.

Por un lado, podría indicarte que necesita un trasplante, porque la maceta se le ha quedado pequeña y las raíces se están estrangulando entre sí.

Por otro lado, puede ocurrir que esa parte esté podrida, o enferma, y sea un signo para ponerte manos a la obra. Eso sí, no vayas a rellenar la maceta con tierra para cubrirlo. Si lo haces lo único que conseguirás es que el tallo se pudra.

Como ves, una zamioculcas enferma puede ocurrir. Son muy resistentes, pero cuando no se les dan los cuidados que necesitan aparecen los problemas. Por eso, si tienes una y la notas rara, lo mejor es ponerte manos a la obra para revisar si realmente está enferma o hay alguna necesidad que no ha sido cubierta aún. ¿Tienes dudas? Consúltanos sin problema.


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