Características y tipos de algas

Las algas son organismos acuáticos

Las algas son unos organismos encontramos especialmente en un medio acuático, como los mares o ríos. Tienen la capacidad de realizar la fotosíntesis, es decir, de transformar la energía del sol en alimento, por ello crecen en aquellas áreas en los que los rayos del astro rey consiguen llegar.

Aunque en un principio podría resultarnos cuanto menos curioso, los humanos hemos descubierto dos usos muy interesantes: uno es el comestible, añadiéndolas a las dietas vegetarianas o veganas por ejemplo, y el otro es como abono para las plantas. De hecho, el abono de extracto de algas es uno de los más completos que podemos darles a los cultivos. Así pues, veamos qué son estos organismos.

¿Qué son las algas?

Las algas verdes son similares a las plantas

Las algas son organismos fundamentalmente acuáticos con capacidad fotosintética. Pueden ser unicelulares o pluricelulares, más grandes o más pequeñas, pero todas ellas se clasifican dentro del dominio Eukaryota (eucariota), ya que tienen un núcleo celular verdadero y bien definido.

Se cree que empezaron a estudiarse en la época de la Antigua Grecia, puesto que se sabe que por aquel entonces ya usaban la palabra »phykos» que se traduce como planta marina. »Phykos» con el tiempo sería sustituido por »fucus», que significa alga y que, además, da nombre a todo un género de algas pardas (Fucus) que más abajo veremos lo que son.

¿Cuáles son los 4 tipos de algas?

Las algas se suelen clasificar del siguiente modo:

  • Algas verdes: suelen clasificarse como plantas, ya que de hecho se cree que las plantas terrestres descienden de ellas. Pueden ser unicelulares, o bien pluricelulares. Viven básicamente en agua dulce, aunque un 10% de las especies lo hacen en los mares.
  • Algas pardas: son organismos protistas, esto es, que no son ni plantas, ni hongos ni tampoco animales. También se les conoce como algas marrones. Además, son muy importantes para muchos animales y plantas, ya que son productores primarios de materia orgánica, los que dan comienzo a una cadena trófica o alimenticia.
  • Algas rojas: conocidas también como rodófitas, son aquellas que dependiendo de sus características pueden estar dentro del reino Glaucophyta si son unicelulares, o del Viridiplantae, siendo este último similar al Plantae (es más, hay quien considera que realmente Viridiplantae no es correcto, sino que es, simplemente, Plantae, el reino de las plantas verdes).
  • Otros protistas: en este último grupo se incluyen las diatomeas, criptofitas, o los dinoflagelados. Todos ellos forman parte del fitoplancton.
Las algas son de las plantas más primitivas que existen
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Curiosidades de las algas

Muchas algas tienen comportamientos realmente curiosos para sobrevivir. Por ejemplo, cuando las algas verdes y las cianobacterias establecen relaciones simbióticas con hongos, dan lugar a los líquenes. Además, muchas algas unicelulares viven en los animales, siendo un ejemplo claro el de los corales, alimentando una relación en la que ellas pueden vivir en un ambiente que favorece su crecimiento.

Otro dato curioso es que hay ciertas algas que son parásitas. Por ejemplo, hay algunas Prototheca que producen mastitis contagiosas en vacas; o la Phormidium corallycticum, que es una cianobacteria, la cual daña a los corales.

¿Cuál es el origen de las algas?

Si bien no se puede saber a ciencia cierta cuándo se originaron, sí se cree que lo hicieron hace unos 1600 millones de años, durante el Mesoproterozoico. Las algas rojas lo harían hace unos 1200 millones de años, y las algas verdes 1000 millones de años.

Y para ello, las condiciones medioambientales han jugado un papel muy importante. Por ejemplo, las algas verdes han evolucionado para adaptarse a aguas ácidas, con un pH de entre 0,05 y 3 y con temperaturas que pueden llegar a ser de 50ºC o más; y las algas rojas viven en hábitats de hasta 260 metros de profundidad, donde apenas llega la luz del sol.

Usos de las algas

Las algas tienen numerosos usos, como por ejemplo:

Indicadores del cambio climático

Las algas son organismos autótrofos, es decir, capaces de realizar su propio alimento a través de la fotosíntesis. Pero como todo ser vivo, reaccionan de una u otra manera cuando las condiciones en las que vive cambian. Por este motivo, a los seres humanos nos sirven para ver los efectos del calentamiento global en los mares.

Aunque no solo reaccionan cuando la temperatura sube/baja, no. La acidificación de los océanos, causada por el cambio climático y la contaminación, hace que las algas proliferen. Cuando se echan fertilizantes al agua, lo que se hace realmente es alimentar a las algas, las cuales crecerán tan rápido que no dejarán sitio ni para las plantas ni tampoco para los animales que vivan allí.

Esto repercute también en la pesca y por lo tanto en nuestra alimentación, pues empezará a haber menos peces los cuales no habrán tenido oportunidad de alimentarse correctamente.

Ahora bien, no todo tiene que ser negativo. Existen dos usos que les damos a las algas y que son muy, muy interesantes, tal y como comentábamos al principio. Y vamos a empezar hablando de las algas comestibles.

Usos alimenticios

Algunas algas pueden comerse

Consumir algas de tanto en cuando nos servirá para tener una mejor salud, pues tienen propiedades que antibacterianas, antiinflamatorias y además nos ayudarán a mantener una piel más sana. También se suelen incluir en las dietas de aquellas personas que sufren hipotiroidismo, pues son ricas en yodo y, también, en fibra. Pero eso sí: no hay que abusar.

En Japón por ejemplo llevan consumiéndolas desde hace mucho tiempo, por lo que su flora intestinal se ha descubierto que contiene una bacteria que les ayuda a digerirlas: la Bacteroides plebeius. Así que, a menos que tengas familiares directos japoneses, es posible que te cueste asimilarlas correctamente.

En jardinería

Llegamos a la parte que, si cultivamos plantas, seguramente nos interese más. Las algas se usan como abonos y como bioestimulantes naturales (como este). Son ricas en nutrientes, como el nitrógeno, el potasio o el fósforo, por lo que son un buen sustituto de los fertilizantes químicos.

Además, dependiendo de su presentación los tenemos como abonos foliares, es decir, aquellos que se aplican directamente en las hojas, y los abonos que se aplican mediante una regadera, mojando la tierra para que las raíces lo absorban. Pero para que nos sea realmente útil es muy importante seguir las indicaciones de uso, pues son abonos muy concentrados.

Esperamos que te haya sido de interés este artículo sobre las algas.


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