
Imagen – Wikimedia/Jean-Pol GRANDMONT
Es posible que pienses que los árboles tortuosos están hechos por el ser humano, pero lo cierto es que aunque sí es posible conseguir que una planta sea así, la naturaleza es quien se encarga de que, a veces, algunas especies crezcan de ese modo.
Pero, ¿por qué existen los árboles tortuosos exactamente? ¿Cuáles son esas fuerzas naturales que les obligan a retorcer sus ramas y/o troncos? Y, lo más importante: ¿pueden cultivarse en un jardín?
El desarrollo de los árboles tortuosos
Imagen – Wikimedia/Tortuosa
Cuando la semilla de un árbol germina, la plántula crece casi siempre recta, hacia la fuente de luz más potente que es el Sol. Incluso aquellos que necesitan sombra, tienen un desarrollo en vertical ya que sus hojas dependen de la luz que les llega para realizar la fotosíntesis, y por lo tanto, para producir alimentos y crecer.
Pero, ¿en qué momento se vuelven tortuosos? Bueno, esto va a depender mucho de la genética: si sus progenitores eran tortuosos, él también lo será; pero si solo uno de los dos lo era, las probabilidades se reducen al 50%. También puede ocurrir que el gen mute, dando lugar a ese crecimiento tan curioso. Y esto no es todo: el clima y el espacio disponible en el que crezca también influirán en su desarrollo.
Y es que, por ejemplo, un árbol que crezca solitario en una zona en la que el viento sopla con fuerza y casi siempre desde el mismo lado, va a hacer que la planta tenga pocas ramas en la parte más expuesta, y ramas largas creciendo horizontalmente en el otro lado. Pero, si ese mismo árbol está rodeado de plantas, su tronco y/o ramas pueden retorcerse con el fin de captar más luz.
En un jardín esto se ve fácil: cuando se planta uno muy cerca de la pared o de otra planta grande, el tronco se inclina hacia delante. Personalmente a mí me gusta mucho que se vea así, pero hay que tener cuidado y no plantarlo demasiado cerca, pues de lo contrario podría llegar a caerse cuando fuese adulto. Lo ideal es dejar al menos un metro entre el tronco -adulto- y el muro siempre que no tenga raíces invasivas (si las tuviera, es preferible plantarlo a unos 5 metros o más; aquí tienes más información).
¿Pueden cultivarse en un jardín?
La respuesta es sí, pero para ello se necesita tener espacio. Estos árboles tienden a desarrollar copas muy anchas, de 4 metros o más de diámetro, por lo que no se deben tener en jardines pequeños. Se podría optar por podarlos, pero entonces les quitaríamos valor ornamental.
De todas formas, te recomendamos echar un vistazo a las especies que te mostramos a continuación. Todas ellas son realmente impresionantes:
Lista de árboles tortuosos
Aunque sea solo por curiosidad, siempre viene bien conocer los distintos árboles que podemos tener en un jardín. Algunos de los que desarrollan troncos tortuosos son los siguientes:
Fagus sylvatica f. tortuosa
Imagen – Wikimedia/Tortuosa
Se trata de un tipo de haya que tiene un tronco y ramas tortuosos. Es de hoja caduca, de color verde durante los meses cálidos, y amarillo en otoño. Puede medir hasta 10 metros de altura, y desarrolla una copa ancha de 4-5 metros. Crece lentamente, por lo que hay que tener paciencia. Además, necesita suelos fértiles, ligeramente ácidos. Por lo demás, resiste hasta los -18ºC.
Robinia pseudoacacia f. tortuosa
Imagen – vdberk.es
La Robinia pseudoacacia f. tortuosa es un árbol caducifolio que alcanza una altura de 10-15 metros. Como les ocurre a todos los árboles tortuosos, durante su juventud tiene un desarrollo normal, pero a medida que va pasando el tiempo las ramas se retuercen. Asimismo, produce flores de color crema en primavera. Lo mejor es que puede cultivarse en climas subtropicales y templados, ya que resiste las temperaturas de entre los 38ºC y los -25ºC.
Salix matsudana f. tortuosa
Imagen – Wikimedia/Sally V
Se le conoce por el nombre de sauce tortuoso, y es un árbol caducifolio que alcanza una altura de 8 metros con una copa de 4 metros de ancho. Crece rápido, y tolera varios tipos de suelos, exceptuando los que son muy pesados y/o poco fértiles. El inconveniente es que es vulnerable al ataque de minadores del tronco. Pero por lo demás resiste hasta los -20ºC.
Styphnolobium japonicum var pendula
Imagen – Wikimedia/Jean-Pol GRANDMONT
Antes conocida como Sophora japonica var pendula, es un árbol de hoja caduca que alcanza los 10 metros de altura. Con el tiempo desarrolla una copa muy irregular, con ramas colgantes o lloronas y tortuosas, de hasta 4 metros de ancho. Necesita sol, y riegos moderados. Resiste hasta los -15ºC.
Ulmus minor f tortuosa
Imagen – Wikimedia/Tom elm
Se trata de un olmo europeo que alcanza los 12 metros de altura. Desarrolla una copa de unos 4 metros de ancho, de la cual brotan hojas pequeños de color verde que caen en otoño/invierno. Su ritmo de crecimiento es rápido, pero no le puede faltar luz directa del sol, agua con moderación, y suelos fértiles. Resiste las heladas de hasta los -12ºC.
¿Qué te han parecido los árboles tortuosos?