Cuidados del bonsái de Ficus benjamina

El bonsái de Ficus benjamina es perfecto para principiantes

Imagen – Wikimedia/PierreSelim

Los bonsáis de Ficus son los más idóneos para aquellos que empiezan, ya que resisten muy bien la poda. Además, como hay muchas especies que se mantienen siempreverdes, como el F. benjamina, embellecen mucho la zona donde están.

Sin embargo, cuando se van a cuidar hay una serie de cosas o tareas que hay que hacer. Elegir el momento adecuado para cada una de ellas es muy importante, puesto que de lo contrario se correría el riesgo de perderlos. Por eso, a continuación vas a saber cómo cuidar un bonsái de Ficus benjamina.

¿Qué hay que saber del Ficus benjamina?

Antes de empezar a cuidar un bonsái, es muy recomendable primero saber cuáles son las características básicas del árbol como especie, ya que los cuidados que se le darán van a depender en gran medida de ello. Así pues, del Ficus benjamina tienes que saber que es un árbol perennifolio nativo del sur y sureste de Asia, y del sur y norte de Australia. Vive en lugares donde el clima es tropical y subtropical, pero así y todo puede soportar heladas débiles de hasta los -4ºC una vez esté aclimatado.

En estado salvaje crece como árbol de hasta 15 metros, con un tronco que tiende a ramificar desde muy abajo. Su copa está compuesta por hojas ovales de unos 6 a 13 centímetros de largo, y produce frutos (higos) pequeños que son comidos por varias aves.

¿Cuáles son los cuidados del bonsái de Ficus benjamina?

Los bonsáis de Ficus benjamina son una versión en miniatura de los grandes árboles que pueden llegar a ser si se plantan en los jardines. Son muy bonitos, pero como sus raíces tienen un espacio y una cantidad de sustrato en los que crecer muy limitado, se convierten en una planta que requiere de cuidados especiales, los cuales son los siguientes:

Ubicación

  • Exterior: es preferible que se tenga fuera de casa, en zonas iluminadas pero sin que le llegue a dar el sol de manera directa. En interiores tiende a perder las hojas.
  • Interior: si donde vives hay heladas importantes, puedes tenerlo dentro de casa, o mejor en un invernadero fuera, hasta que regrese la primavera.

Sustrato

Como sustrato para tu bonsái recomendamos 100% akadama, o mezclada con un 30% de perlita o kiryuzuna. Es un árbol que teme el encharcamiento, por lo que con esta mezcla se conseguirá que la planta enraíce bien, con facilidad, logrando así que tenga una mejor salud.

Riego

En general, se ha de regar unas varias veces por semana durante el verano, siempre dependiendo del clima y de la ubicación. Esto significa que si en tu zona las temperaturas superan los 30ºC y hay sequía, tendrás que regar seguido, ya que el sustrato se secará con rapidez. Por el contrario, si suele llover con frecuencia, no tendrás necesidad de regar tanto.

Durante el resto del año el riego será más escaso. Si tienes dudas sobre cuándo regar, escarba un poco el sustrato para ver si está seco o no. En el caso de que tenga akadama, sabrás que está seca cuando haya recuperado su color original (marrón); si está húmeda verás que el marrón que tiene es más oscuro.

Usa agua de lluvia o sin cal, y riega con una regadera específica para bonsáis.

Abonado

En primavera y hasta finales del verano se debe de abonar con un abono para bonsáis (como este que venden aquí por ejemplo). Pero sigue las indicaciones que estarán especificadas en el envase, ya que así no habrá riesgo de sobredosis.

Trasplante

El bonsái de Ficus benjamina requiere un trasplante cada 2 o 3 años. Este se ha de realizar en primavera, en cuanto las temperaturas vuelvan a subir de los 15 grados centígrados.

Durante el trasplante, no será necesario podarle las raíces, a menos que veas alguna que esté negra. En tal caso, utiliza unas tijeras limpias y desinfectadas con alcohol de farmacia o jabón lavavajillas.

Alambrado

El alambrado se ha de hacer solo si es necesario; es decir, si tiene una rama que está creciendo en una dirección que no resulta adecuada para el estilo que se le ha dado al bonsái, sí se puede alambrar para redirigirla. Esta tarea se puede hacer en cualquier época del año, pero es importante que se retire el alambre en un mes y medio aproximadamente para que no dejen marca en las ramas.

¿Cuándo y cómo se poda el bonsái Ficus benjamina?

Tijeras de poda para plantas

Va a depender del tipo de poda:

Formación

Se hace los primeros años, cuando el árbol es aún joven y se empieza a trabajar como bonsái. El objetivo es darle las características básicas teniendo en cuenta el estilo que se haya decidido darle.

Bonsái Acer
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Como se podan ramas enteras, se realiza a finales de invierno. Para ello has de cortar:

  • Ramas que se entrecrucen
  • Ramas que crezcan hacia ti
  • Ramas que estén rotas
  • Ramas que estén saliendo desde muy abajo del tronco

Además, has de reducir la longitud de las ramas que estén creciendo demasiado, dejando crecer seis hojas y cortando 4.

Mantenimiento

Se hace a partir de que el árbol ya tiene un estilo, y ahora solo hay que mantenerlo mediante pinzados (podas de tallos verdes). Cualquier época del año es buena para hacerlo, aunque aconsejamos no hacerlo en verano ya que podría perder mucha savia y, por consiguiente, debilitarse.

Rusticidad

El Ficus benjamina resiste sin problemas hasta los -4ºC, pero cuando se trabaja como bonsái es mejor no exponerlo a temperaturas bajo cero.

¿Por qué a mi bonsái de Ficus benjamina se le caen las hojas?

Bonsái de Ficus benjamina en una exposición

Imagen – Flickr/Jennifer Snyder

Si te acabas de comprar un bonsái Ficus benjamina, o ya llevas tiempo con él, y ves que pierde hojas a un ritmo alarmante, puede que le suceda alguna de estas cosas:

Cambio de ambiente

Es normal que los bonsáis dejen caer algunas hojas desde que se compran hasta que se acostumbran al nuevo ambiente. Y es que no reciben los mismos cuidados en los viveros que contigo. Pero ojo, también pueden perderlas si se van cambiando constantemente de sitio.

Lo ideal es dejarlos en una zona luminosa, sin sol directo, y no moverlos de ahí.

Humedad ambiental baja

Es una planta que necesita que la humedad ambiental sea alta. Por eso, y muy especialmente si lo tienes dentro de casa, es muy recomendable que le pongas vasos con agua alrededor. No lo pulverices/rocíes con agua, ya que esto contribuiría a acelerar la caída de las hojas.

Si lo tienes fuera y estás en una isla o cerca de la cosa, no tendrás este problema. Pero si estás más hacia el interior, entonces sí que será buena idea ponerle vasos con agua alrededor, o incluso colocarlo cerca de un estanque (siempre que no le dé el sol directo).

Corrientes de aire

Si lo tienes dentro de casa, es importante que lo coloques lo más lejos posible de las corrientes de aire, sean frías o cálidas. Las hojas del Ficus benjamina aguantan el viento si están en el exterior, pero en interiores las corrientes de aire les hacen mucho daño.

Frío

Las plantas reaccionan al frío dejando caer sus hojas, aunque estén verdes. Si tu bonsái ha sido expuesto a temperaturas bajas, protégelo en un invernadero y riégalo de vez en cuando.

Falta de nutrientes

Un bonsái se debe de abonar en primavera y verano para que sus raíces puedan absorber los nutrientes que el resto de la planta necesitará para crecer y mantenerse sana. Por eso, si no se abona, con el tiempo sus hojas caerán. Para evitarlo, tendrás que abonarlo cada cierto tiempo (la frecuencia vendrá indicada en el envase).

Mal riego

Suele ser la causa más habitual. Tanto si riega demás como si se riega de menos, el bonsái Ficus benjamina perderá hojas. Pero, ¿cómo saber si estamos regando mal? Por los síntomas que muestra:

Exceso de riego

Las hojas inferiores se caen y las más jóvenes se vuelven marrones. También se pueden pudrir las raíces. El tratamiento consiste en suspender los riegos, así como en quitarle el plato debajo si lo tuviera.

También se debe de tratar con fungicida, puesto que a los hongos les encantan los ambientes muy húmedos y no tardarán en dañar las raíces.

Falta de riego

Cuando le falta agua, las puntas de las hojas se volverán marrones o amarillas, y el sustrato se verá muy seco. Para solucionarlo, coge la bandeja con el bonsái e introdúcela en un barreño con agua durante 30 minutos.

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Que disfrutes mucho de tu bonsái de Ficus benjamina.


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