Cómo saber si una planta carnívora está muerta

Las plantas carnívoras son difíciles de cuidar

Las plantas carnívoras nos llaman mucho la atención. Esto es un hecho. Independientemente de que tengan trampas que parezcan bocas, hojas con una sustancia pegajosa llamada mucílago, o jarrones llenos de agua, todas y cada una de ellas son tan curiosas que es fácil querer comprar alguna. El problema es que los cuidados que necesitan son diferentes a los que requieren las plantas comunes, por eso, no son sencillas de mantener.

Y es que, por ejemplo, si les ponemos una tierra rica en nutrientes o las regamos con un agua alcalina, sus raíces van a sufrir daños importantes, ya que no están programadas para absorber nutrientes directamente. Así pues, veamos cómo saber si una planta carnívora está muerta, y qué hacer para recuperarla.

Las plantas carnívoras no son fáciles de cuidar

Para saber si una planta carnívora está pasando por un mal momento simplemente tenemos que observarla y ver qué síntomas tiene, los cuales pueden ser alguno (o varios) de estos:

  • Hojas marones o negras
  • Trampas en mal estado sin motivo aparente
  • No se le ve crecimiento

De todas formas, esto no siempre indica que se está muriendo. Por este motivo, a continuación te voy a explicar más en detalle todos y cada uno de ellos para que, al final, sepas qué hacer:

Hojas marrones o negras

Cuando nuestra carnívora tiene las hojas de un color que no es el suyo, pueden significar varias cosas: que ha estado expuesta a la luz del sol de forma directa sin estar acostumbrada, que está pasando sed o que por el contrario se está ahogando, o bien que las temperaturas son demasiado bajas y tiene frío.

¿Cómo saberlo? Bueno, las quemaduras solares aparecen de un día para otro, y solo en las hojas más expuestas; es decir, las que queden ocultas no habrán sufrido daños. Una carnívora que se está quemando se puede recuperar, ya que solo has de llevarla a un sitio donde no le dé el sol directamente.

Si está pasando sed, veremos la tierra seca y además las hojas nuevas amarillearán rápido, puesto que son las que más necesitan agua para terminar su desarrollo. La solución pasa por coger la maceta y meterla en un recipiente con agua destilada durante un rato, puede ser media hora o una hora, dependiendo de lo seco que esté el sustrato y de su capacidad para absorber dicho líquido.

En caso de que se esté ahogando, veremos la tierra muy húmeda, y las hojas inferiores amarillas puesto que son las primeras en recibir más agua de la que necesitan. Cuando la situación empeora mucho, las raíces se ahogan y por lo tanto mueren. ¿Qué hacer? Es importante que se le cambie el sustrato por una mezcla de turba rubia con perlita a partes iguales, y se plante en una maceta de plástico con orificios de drenaje. Y a esperar, ya que no siempre es fácil recuperar una planta que se ha regado en exceso.

Y si está pasando frío, los daños aparecerán también rápido, de un día para otro. Como en el caso de las quemaduras, bastará con cambiar la carnívora de sitio.

Trampas en mal estado sin motivo aparente

Las carnívoras pueden tener trampas mal

Las trampas tienen una esperanza de vida limitada. Por ejemplo, las de las venus atrapamoscas, después de 4-5 cazas se secan y mueren; y las de las Sarracenia viven algo más, pero también terminan volviéndose marrones al cabo de unas semanas. Por eso, puede resultar complicado saber si las carnívoras se están muriendo fijándonos solo en las trampas. Además, son muchas las que las producen cada vez más pequeñas cuando llega el otoño y el invierno.

Ahora bien, sí que podremos sospechar que les pasa algo si:

  • No terminan su desarrollo. Por ejemplo: si no se abren, o si se quedan muy pequeñas estando en primavera o verano.
  • Se secan a los pocos días a pesar de que hace buen tiempo.

¿Qué hacer en estos casos? Lo primero que tenemos que hacer es ver si estamos regando con la frecuencia adecuada. Cuando las trampas tienen mal aspecto, suele ser porque las raíces no reciben la cantidad de agua que necesitan. Para corregirlo, se ha de mantener la tierra siempre húmeda, pero no encharcada. Son plantas que no resisten la sequía, pero tampoco sería bueno cuidarlas como si fuesen plantas acuáticas, ya que no lo son realmente.

Otra de las causas es la baja humedad ambiental. Esta es especialmente perjudicial para las nepenthes, puesto que le obliga a sacar jarrones cada vez más pequeños que no siempre se abren. Pero para saber si este es el problema, tenemos que averiguar qué grado de humedad hay en el lugar donde estamos cultivando nuestras carnívoras, puesto que si es alto, es decir del 50% o más, y les rociamos agua, lo que va a ocurrir es que se van a llenar de hongos. Por lo tanto, buscaremos en Google esta información, o bien nos haremos con una estación meteorológica doméstica como esta:

Y si vemos que es baja, entonces sí, pulverizamos con agua destilada una vez al día, o les pondremos recipientes con agua alrededor para que la humedad ambiental aumente.

No se le ve crecimiento

Las plantas carnívoras no suelen crecer rápido, a excepción de algunas como las Sarracenia las cuales pueden sacar varias trampas cada temporada. Sin embargo, cuando pasan los años y no le vemos crecimiento, tenemos que averiguar si le está ocurriendo algo. Por ejemplo: puede ser que se haya quedado sin espacio en la maceta si lleva más de tres años en la misma, o que no reciba los cuidados adecuados.

Así que si se le salen las raíces por los agujeros de drenaje, o si ya lleva mucho tiempo en la misma maceta, no dudes en plantarla en otra que mida unos 4 o 5 centímetros más que la que tiene en la actualidad. Recuerda que debe ser de plástico y con orificios en su base para que pueda crecer bien.

En el caso de que sospeches que no se está cuidando bien, aquí te dejo una guía básica de los cuidados que necesitan estas plantas:

  • Ubicación: necesitan mucha luz, y algunas como las Sarracenia sol directo.
  • Tierra: se puede usar la mezcla estándar que es la siguiente: turba rubia sin abonar + perlita a partes iguales (en venta aquí).
  • Riego: se ha de regar con agua de lluvia, destilada o de ósmosis (sirve la del aire acondicionado). La frecuencia va a variar dependiendo de la planta en cuestión y del clima, pero por lo general hay que regar 4-5 veces por semana en verano y 1-2 veces por semana el resto del año.
  • Maceta: tiene que ser de plástico y con agujeros en su base.
  • Abono: no se ha de abonar nunca. Sus raíces no lo soportarían.

Los cephalotus son carnívoras pequeñas

Esperamos que te haya servido.


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