Las drácenas son unos arbustos o árboles dependiendo de la especie que, si algo tienen de bueno, es que no suelen tener tantas plagas ni enfermedades como otras plantas. De hecho, ese es uno de los principales motivos por los que son muy queridas, ya que no hay que estar muy pendientes de ellas. Pero eso no significa que no puedan tener problemas.
Es más, es muy importante controlar mucho el riego para que sus raíces no sufran, y evitar dejarlas fuera si hace frío para que sus hojas no se pudran con la nieve. Así pues, a continuación te vamos a explicar cuáles son las plagas y enfermedades de la dracaena.
Si bien es una planta fácil, si se comete algún error en el cultivo o si se tiene en un lugar donde las condiciones no son las mejores, puede que se vea afectada por:
Plagas
Las cochinillas son comunes, sobre todo en verano y muy especialmente si la planta está pasando mucha sed. Otras que también se ven a veces son la araña roja y los trips. Estas plagas se depositan en las hojas, cerca de los nervios, donde absorben la savia, por lo que podemos ver manchitas decoloradas en las mismas.
Como las drácenas tienen hojas que suelen ser anchas, podemos limpiárselas con un algodón empapado en aceite de neem, aunque si las plagas están extendidas será mejor usar un insecticida polivalente en spray.
Enfermedades
No son nada habituales, a no ser que se esté regando demasiado, en cuyo caso aparecerían hongos patógenos y oomicetos, como el fitóftora, que dañaría las raíces, haciendo que se volvieran primero marrones y finalmente negras, es decir, inservibles.
Estos microorganismos son difíciles de detectar cuando atacan a las raíces, pero hay señales a las que tenemos que estar alerta:
- La tierra permanece mucho tiempo húmeda, y puede aparecer moho
- Las hojas tienen manchas amarillas y/o marrones en sus bordes
- Las ramas ‘adelgazan’ y/o se pudren
Lo que hay que hacer es cambiarle el sustrato lo antes posible por uno de calidad que sea ligero, eliminando las partes que estén blandas y con mal aspecto usando unas tijeras previamente desinfectadas con agua y jabón.
Otros problemas
Puede tener otros problemas, como por ejemplo los siguientes:
Exceso de agua
Cuando se riega demasiado, las plantas se ponen amarillas y luego marrones, empezando por las hojas viejas. Además, la tierra se verá muy húmeda e incluso podría tener verdina. Para recuperar a tu drácena, tienes que, no solo regarla menos, sino también sacarla de la maceta y envolver el pan de tierra con papel absorbente.
Tenla así una noche, en una habitación sin corrientes de aire, y luego plántala en un nuevo recipiente con agujeros en su base y con sustrato de cultivo universal. También se ha de tratar con fungicida sistémico, como este.
Falta de agua
Las hojas que se pondrán peor primero serán las más nuevas, es decir, las centrales. Aunque hay algunas especies de Dracaena que resisten la sequía, hay otras como la D. massangeana (palo de agua) que tendrás que regar más a menudo: dos o tres veces por semana durante el verano, y una vez a la semana el resto del año.
Si tienes dudas, utiliza un medidor de humedad de la tierra como este, así sabrás cuándo has de rehidratarla.
Quemaduras
Ya sean causadas por el Sol o por la luz que entra a través de la ventana, son manchas marrones que aparecen de un día para otro, y solo en las hojas más expuestas (las que estén por debajo de ellas no suelen sufrir daños, a no ser que algún rayo solar haya impactado en ellas, claro).
En estos casos lo que se hace es cambiarla de sitio, a una zona más protegida.
Puntas secas por corrientes de aire o frío
Cuando se coloca cerca del aparato del aire acondicionado, ventilador o en un pasillo estrecho por el que pasamos a menudo, las puntas se secan. No es bueno ponerlas en estos sitios, ya que sus hojas se estropean rápido. Tampoco se deben poner a pocos centímetros de una pared, puesto que de hacerlo las hojas rozarían con la pared o muro, y también se pondrían marrones.
Por otro lado, las drácenas no son resistentes al frío ni mucho menos a las heladas. De las especies más comunes y fáciles de conseguir que hay en España, solo la Dracaena draco soporta hasta los -3ºC sin sufrir daños. Pero incluso ella puede pasarlo un poco mal durante el primer año que pase fuera. Por eso, si en tu zona la temperatura baja de los 0º, será mejor que la cultives en casa.
Como ves, las Dracaena es una planta que puede ser muy fácil de cuidar, pero es importante que se tenga en cuenta que necesita mucha luz y una tierra ligera que facilite la salida del agua. Además, se debe proteger del frío y de las heladas para que no tenga problemas.