El jazmín de Madagascar es una trepadora muy bonita: tiene hojas de un color verde oscuro que permanecen en la planta durante meses, hasta que poco a poco van siendo renovadas por otras nuevas; y cuando llega el verano, produce numerosas flores blancas que no solo huelen bien sino que también recuerdan mucho a las que tienen otras enredaderas, como los Jasminum o el Trachelospermum jasminoides. Pero los cuidados que necesita no son exactamente los mismos que le daríamos a estas plantas.
Y es que debido a su origen, es muy sensible al frío, motivo por el que en las regiones templadas se cultiva como planta de interior. Así que, si ese es tu caso, vamos a explicarte cuáles son los cuidados del jazmín de Madagascar.
¿Dónde ubicar el jazmín de Madagascar?
Es una planta muy sensible al frío, que necesita temperaturas suaves durante todo el año. Durante el invierno es importante que se mantenga entre los 10 y los 20ºC, aunque puede aguantar hasta los 5ºC siempre que sea por poco tiempo y suceda puntualmente; por el contrario, en verano se debe mantener por debajo de los 35ºC, siendo la temperatura máxima ideal 25-30ºC.
Si tenemos esto en cuenta, lo más recomendable será o bien tenerla en interior siempre, en una habitación en la que entre mucha luz, o bien sacarla al exterior llevándola a un lugar protegido del sol directo cuando ya empiece a mejorar el tiempo. Asimismo, es conveniente que la humedad ambiental sea alta; si no lo es, tendrás que pulverizar sus hojas con agua de lluvia o destilada a diario.
¿Cuándo y cómo regarlo?
La Stephanotis floribunda, que es así como los botánicos la llaman, es una planta que no se tiene que regar ni mucho ni poco. Esto significa que hay que controlar mucho los riegos, evitando tanto echarle agua con frecuencia, como no hacerlo nunca. Por eso, te recomiendo que hagas lo siguiente:
- Riega unas 3 veces a la semana en verano, y el resto del año reduce la frecuencia de riegos ya la tierra permanece más tiempo húmeda. Durante el invierno es posible que solo tengas que regar 1 vez por semana, o incluso cada dos semanas. Todo dependerá de las temperaturas y de la humedad ambiental que haya en la habitación donde la tengas. Para saberlo, puedes conseguir un medidor de humedad del suelo, aunque por propia experiencia también recomiendo tener una estación meteorológica doméstica como esta, ya que así puedes cuidar mejor de tus plantas.
- Cada vez que riegues, echa el agua a la tierra, y hazlo hasta que salga por los agujeros de drenaje de la maceta. Esto es muy importante, porque a veces cometemos el error de echar solo un vaso y esto si la maceta es grandecita no servirá de nada, porque las raíces no se hidratarán bien.
- No la plantes en una maceta sin agujeros. Este tipo de recipientes solo deben de utilizarse para las plantas acuáticas, y el jazmín de Madagascar no lo es. Ponerla ahí supone correr el riesgo de que se le pudran las raíces en poco tiempo, ya que el agua se queda estancada.
- Si le vas a poner un plato debajo, acuérdate de escurrirlo tras cada riego. Así se evita que se pudra.
¿Cuándo abonarlo?
Es muy recomendable abonarlo durante la primavera y el verano, ya que es cuando está creciendo y floreciendo. Con esto se consigue que crezca algo más rápido, y que se mantenga más sano. Para ello, se le puede aplicar fertilizantes para plantas con flor para estimular la producción de flores como este, o abonos como el guano el cual es natural y apto para la agricultura ecológica.
Pero en cualquier caso, aconsejamos que sean productos líquidos, o en su defecto clavos que se introducen en la tierra y se van liberando poco a poco como estos. Así es más difícil que se produzca una sobredosis, siempre que se sigan las instrucciones de uso.
¿Cuándo se planta el jazmín de Madagascar?
Depende mucho de los cuidados que le demos, del clima y de lo rápido que crezca nuestra planta. Por eso, es un poco arriesgado decir que se ha de cambiar de maceta cada año o cada dos por ejemplo, ya que puede que tu ejemplar lo necesite, pero quizás el mío no. Así que, lo mejor que podemos hacer es mirar de vez en cuando si le salen las raíces por los agujeros de la misma, y si es así, entonces trasplantarla a otra más grande. Pero, ¿cómo de grande?
De nuevo: depende. En general, se ha de plantar en una que mida unos 5 a 10 centímetros más de ancho y alto que la anterior. Además, hay que usar un sustrato bueno, de calidad, que sea ligero y que drene bien el agua, como puede ser el Flower o el de Westland.
¿Qué hacer para que florezca?
Además de todo lo que hemos explicado hasta ahora, es muy importante que no se descuide. Es una planta que no resiste la sequía, ni tampoco el sol directo, así que se ha de controlar el riego y ponerla en una habitación en la que, sí, entre mucha luz, pero que no le dé de forma directa ya que de lo contrario sus hojas se quemarían.
Tampoco es bueno tenerla en una misma maceta durante toda su vida. No es que sea una trepadora muy grande, pero las raíces necesitan espacio para crecer, y si se quedan sin él, el jazmín de Madagascar dejaría de florecer.
¿Se puede tener en el exterior?
Si se vive en una zona donde el clima es cálido durante todo el año y no hay heladas nunca, entonces sí. Simplemente hay que protegerla del sol directo y cuidarla como hemos explicado hasta ahora, con la diferencia de que se podría plantar en el suelo y abonar con abonos en polvo, como el estiércol o el humus de lombriz que puedes comprar aquí.
En caso contrario, solo se aconseja tener fuera durante la primavera y el verano, en semisombra. Tienes opción de plantarla si quieres en el jardín, pero hazlo con la maceta para que puedas sacarla antes de que llegue el frío.
Esperamos que te haya servido estos consejos.