El avellano es un arbusto de hoja caduca que destaca tanto por sus frutos como por su resistencia y facilidad de adaptación a distintos climas templados. A continuación, descubrirás una guía completa y detallada sobre todo lo que necesitas saber para plantar y cuidar con éxito un avellano en tu jardín.
Características del avellano

- Altura y crecimiento: El avellano puede alcanzar de 3 a 10 metros y suele desarrollarse con nuevos brotes desde la base, formando matas densas y expansivas.
- Forma de uso: Es habitual emplearlo como divisor natural en jardines, para dar sombra o como barrera visual.
- Resistencia: Tolera bajas temperaturas, incluso soportando hasta 8 grados bajo cero y se adapta a zonas con cierto grado de contaminación.
Sus ramas son fuertes, rectas y ligeras una vez secas, por lo que se utilizan frecuentemente como bastones o para elaborar cestas. Sus flores aparecen antes que las hojas y pueden distinguirse entre masculinas (alargadas, hasta 12 cm) y femeninas (pequeñas y poco visibles). Para profundizar en sus características, puedes consultar características y floración del árbol del avellano.
Clima y ubicación ideal para plantar avellanos

El avellano es versátil en cuanto a clima, prefiere áreas aireadas con temperaturas medias anuales templadas y sufre con temperaturas a la sombra superiores a 30 ºC. Aunque soporta heladas invernales, las heladas tardías pueden afectar la brotación y la producción de flores. Es importante elegir una ubicación soleada o de semisombra, con espacio suficiente para permitir su desarrollo sin obstáculos. Para un conocimiento más profundo sobre los tipos de árboles frutales y sus condiciones, te recomendamos visitar introducción a los árboles frutales.
Preparación del terreno y sustrato

- Profundidad: El terreno debe tener una profundidad mínima de 50 cm para un buen desarrollo radicular.
- Textura y composición: El avellano crece mejor en suelos ligeros o francos, ricos en materia orgánica y con buen drenaje.
- Drenaje: Es fundamental evitar suelos empapados o mal drenados, ya que el avellano no tolera el encharcamiento.
- pH: Prefiere suelos con pH entre 5.5 y 7.5; un exceso de caliza puede inducir clorosis.
Antes de plantar, abonar el terreno unas semanas previas con abono orgánico o compost mejora el enraizamiento y el crecimiento inicial del arbusto. Para saber más sobre cómo mejorar los suelos, visita cómo mejorar los suelos arcillosos para cultivo.
Riego y necesidades hídricas
El avellano es sensible a la sequía, especialmente durante los meses cruciales de fecundación y desarrollo del grano (de mayo a julio). Para evitar la caída prematura de los frutos o cosechas reducidas, mantén el sustrato húmedo, pero nunca encharcado. En épocas de sequía, puede ser conveniente consultar cultivos recomendados para el mes de febrero y adaptar los riegos a las condiciones particulares.
- Frecuencia: Un riego moderado cada 4 días es suficiente, ajustando según condiciones climáticas.
- Revisa la humedad del suelo antes de regar: si está seco, aumenta la frecuencia; si sigue húmedo, espera un poco más.
Polinización y variedades recomendadas

La mayoría de cultivares de avellano son autoincompatibles, por lo que es fundamental plantar al menos dos variedades diferentes y compatibles para asegurar una buena cosecha. El viento juega un papel central en la polinización (anemófila), favoreciéndola cuando sopla suave y seco durante el periodo de floración. Para ampliar información sobre variedades, puedes consultar cultivo y cuidados de las judías verdes.
Cuidados esenciales: poda y mantenimiento

- Poda de formación: Durante los primeros años, favorece la estructura del arbusto o forma de árbol, según se desee.
- Poda de fructificación: Realízala dos veces al año aprovechando para eliminar ramas secas o dañadas y así fomentar la entrada de luz y producción de frutos.
- Poda de mantenimiento: Elimina ramas viejas o enfermas para un desarrollo saludable y vigoroso del avellano.
El avellano es un arbusto que combina belleza ornamental, producción de frutos nutritivos y fácil adaptación a distintos suelos y climas. Siguiendo estos consejos sobre su plantación, cuidados y mantenimiento, obtendrás un ejemplar resistente, una fuente de avellanas saludables y un elemento decorativo ideal para tu jardín.