Sabina rastrera (Juniperus sabina)

Vista del Juniperus sabina

Imagen – Wikimedia/Athantor

El Juniperus sabina es una conífera estupenda, perfecta para terminar de rellenar esos huecos vacíos del jardín o para delimitar caminos; ¡hasta se puede cultivar en macetas! Además, es muy interesante saber que su mantenimiento es realmente sencillo, ya que tolera la poda y las heladas.

Su valor ornamental es muy alto, tanto es así que es una especie que se puede adquirir joven sin problemas, pues es una de esas plantas cuya forma y color combina muy bien con el entorno.

Origen y características

El Juniperus sabina crece en campos abiertos

Conocida como sabina rastrera, esta es una conífera que crece de manera natural en Europa central y meridional, en el oeste de Asia y en Argelia, en las cumbres de las montañas a altitudes comprendidas entre los 900 y los 2750msnm junto con el pino silvestre, quejigos y/o sabina albar entre otras plantas. En España la veremos en la península ibérica, concretamente en la mitad este y en la Cordillera Cantábrica.

Alcanza una altura de 1 a 2 metros, aunque si en la zona sopla el viento con fuerza y con mucha frecuencia, no se alza mucho del suelo. Sus ramas crecen de manera horizontal, quizás algo erectas pero poco, y tienen una corteza pardo-rojiza o cenicienta. Las hojas son perennes -se mantienen varios meses en la planta antes de caer-,  y son escuamiformes, de color verde. Florece desde finales del verano hasta primavera, y produce frutos que son conos.

¿Cuáles son sus cuidados?

Los frutos del Juniperus sabina son pequeños

Imagen – Wikimedia/Athantor

Si quieres tener un ejemplar, te recomendamos cuidarlo del siguiente modo:

Ubicación

La sabina rastrera es una planta que tiene que estar siempre en el exterior, pero ¿dónde exactamente? Tolera bien la exposición al sol, aunque si vives en una zona de baja altitud, donde la insolación es intensa (como la que hay en el mediterráneo por ejemplo) estará mejor en semisombra.

Tierra

Depende de dónde lo vayas a tener:

  • Maceta: con un buen sustrato de cultivo universal (como este que puedes conseguir aquí) estará bien.
  • Jardín: crece en suelos calizos, y no le importa si además hay gran cantidad de piedras.

Riego

El riego de esta planta es algo que hay que controlar muy bien, ya que no resiste el encharcamiento pero aún menos la sequía. Por este motivo, es importante utilizar sustratos o plantarla en suelos que sean capaces de absorber rápido el agua, pero además hay que regarla solo cuando sea necesario.

Lo sé, parece que no te he dicho nada con eso, pero es que es así 🙂 . Aparte, debes tener presente que cada clima es distinto: si por ejemplo vives en una zona donde llueve con regularidad, el riego será escaso; por el contrario, si la sequía es un problema que se repite año tras año y que dura semanas o meses, entonces tendrás que regar seguido.

Para evitar problemas, comprueba la humedad de la tierra antes de proceder a regar, ya sea con un palo delgado de madera o un medidor de humedad digital.

Abonado

Vista del Juniperus sabina

Imagen – Wikimedia/H. Zell

Durante los meses de primavera y verano es muy aconsejable abonarlo con abonos orgánicos, como el guano (en venta aquí), el compost, el mantillo u otros que te decimos en este enlace.

En el caso de que tengas a tu sabina rastrera en maceta usa abonos líquidos siguiendo las indicaciones especificadas en el envase.

Multiplicación

Se multiplica por semillas en primavera, también en otoño si el clima es más bien suave. La manera de proceder es la siguiente:

  1. Lo primero que hay que hacer es rellenar una maceta con sustrato de cultivo universal.
  2. Luego, se riega a consciencia.
  3. Después, se espolvorea cobre por encima para evitar la aparición de hongos.
  4. A continuación, se siembran las semillas, dejando una separación entre ellas de unos 3cm.
  5. Por último, se cubren con sustrato y se vuelve a regar un poco.

Colocando la maceta en el exterior, en semisombra, y manteniendo el sustrato húmedo (no encharcado), las semillas germinarán en unos dos o tres meses.

Poda

El Juniperus sabina se poda a finales de invierno. Hay que quitar las ramas secas, enfermas, débiles o rotas, y recortar aquellas que se estén alargando demasiado. Utiliza tijeras de podar previamente desinfectadas con alcohol de farmacia o unas gotas de lavavajillas.

Época de plantación o trasplante

En primavera, cuando el riesgo de heladas haya pasado.

Rusticidad

Resiste heladas de hasta los -18ºC.

¿Qué usos tiene?

Las hojas del Juniperus sabina son perennes

Imagen – Wikimedia/MPF

Ornamental

Es muy utilizado como planta decorativa, ya que como hemos visto es muy fácil de cuidar y resistente. Queda genial como delimitadora de caminos o senderos, o en macetas. Además, también es una especie muy querida en el mundo del bonsái.

Medicinal

Tiene propiedades emenagogas, por lo que en el pasado se usaba para provocar y regular la menstruación así como abortivo, pero es muy peligroso pues contiene sabinol, que es un alcohol que puede provocar la muerte.

En uso externo en cambio es interesante para quitar las verrugas.

¿Qué te ha parecido el Juniperus sabina?


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