Tomate óptima

Sabemos que el tomate es considerada una de las especies que ofrece a nivel gastronómico más variedad y versatilidad en su uso. Existen numerosas versiones de los tomates y cada uno de ellos tiene su propio valor gastronómico. Una de las variedades especiales para hacer ensaladas muy utilizado en restaurantes es la variedad del tomate óptima. Esto es debido a que tienen características organolépticas muy buenas, pero requiere de ciertos requisitos en su cultivo.

En este artículo te vamos a contar todas las características, cultivo y mantenimiento del tomate óptima.

Características principales

Esta variedad de tomate busca tener características organolépticas muy buenas para poder ser utilizado en restaurantes y en lugares con gran prestigio de comidas. Estas características organolépticas deben ser atrayentes para el consumidor. Tanto el olor, el color y el sabor deben tener un gran aporte para que el consumidor precio esta especie antes que otra. Es decir, lo atractivo de la variedad de tomate óptima es que tiene un tamaño medio, un color rojo intenso y el cuello verdoso con una forma esférica y tradicional.

Esto convierte a esta especie de tomate como una clásica reliquia dentro de las especies. La ventaja a nivel productivo son bastante altas. No sólo es un tipo de tomate muy demandado en la gastronomía, sino que tiene gran nivel de producción. Es considerada una variedad rústica por lo que requiere de menos mantenimiento y facilita los costes de producción. Tiene capacidad rústica ya que aguanta muy bien los cambios en el clima, el manejo diario y las podas que se le pueda hacer.

El marco de plantación del tomate óptima ronda entre las 15.000 a 20.000 plantas por hectárea. Además, cuenta con un alto rendimiento y una buena conservación tras la cosecha. Es capaz de adaptarse muy bien a diversas condiciones ambientales, convirtiéndose en una de las variedades de tomate con mayor rendimiento productivo. Este fruto elevada calidad ya que tiene un aspecto globoso y un extraordinario sabor.

Normalmente suelen pesar entre los 250gr y 300gr y está destinado al consumo en fresco. El consumo más habitual de este tomate es el ensaladas. Por cada sobre de semillas que tiene un tomate óptima se puedan tener alrededor de 250 semillas más. A nivel sólo profesional se realiza un cultivo en plantel. El marco de plantación de este tomate el de 2 plantas por metro cuadrado con su entutorado o encañado. La gran vigorosidad de esta especie hizo desarrollo rústico hace que se adapte muy bien a las condiciones climáticas de humedad y temperatura.

Cultivo del tomate óptima

Vamos ahora analizar las características que tiene el cultivo del tomate óptima. Se lo primero a tener en cuenta es la zona climática a donde vamos a sembrarlo. Si la zona es de un clima frío, debemos sembrar en la época de los meses de abril a julio. Por otro lado, en las zonas con un clima más cálido podemos permitirnos adelantar esta fecha un mes antes. Si realizamos este cultivo en invernadero podemos alargar el ciclo del cultivo dependiendo las condiciones de dicho cultivo.

Normalmente en climas más cálidos comienza la siembra en el mes de marzo. El trasplante crecimiento de la planta se da hasta el mes de junio. Ya es en julio donde se produce el cuajado y el desarrollo. Por último, en el mes de septiembre ya el tomate ha madurado y está listo para su recolección. Con una cosecha de 7 meses se puede producir gran cantidad de ejemplares que puede ser utilizado para que los restaurantes puedan proporcionar gran calidad en sus ensaladas.

Entre los requisitos para el cultivo del tomate óptima encontramos los siguientes:

Temperatura

La temperatura ideal del cultivo del tomate debe rondar entre los 20 y 30 grados centígrados. Más o menos podemos ampliar este rango de temperaturas entre los 5 grados tanto para arriba como para abajo ya que esta variedad cuenta con gran rusticidad. Si variados estos cinco grados el cultivo del tomate no se ve afectado, aunque puede llegar a disminuir su capacidad de crecimiento. Si la temperatura baja por debajo de los 15 grados, si tendremos problemas para el crecimiento y la polinización. Esto se traducirá en que los frutos no podrán cuajar.

Por el contrario, por encima de los 35 grados tendremos flores pero la polinización será más reducida y la calidad del polen más baja. Esto ocurre a que se deben tener una cantidad mínima de humedad para que el polen tenga viabilidad para los insectos. Este polen pierde calidad cuando la temperatura es más alta dado que la humedad se mantiene en menor medida.

Luz

La luz es otro factor importante para el cultivo del tomate óptima. Y es que esta variedad exige gran cantidad de luz al día para poder realizar la fotosíntesis. Este es el proceso mediante el que puede obtener energía a través de la luz y es altamente necesaria una gran exposición solar para que pueda engordar y madurar de forma adecuada. Con una buena exposición solar, los frutos crecerán en buenas condiciones y con gran calidad.

No podemos confundir la cantidad de luz con su exposición a pleno sol. No es lo mismo. El sol directo sobre los frutos durante muchas horas puede llegar a provocar manchas. Estos frutos con manchas se suelen llamar asonolanado en el lenguaje agrícola. Se suele identificar con coloraciones irregulares y grietas en el fruto.

Plagas y enfermedades del tomate óptima

Aunque esta variedad de planta tiene mayor rusticidad, es inevitable que pueda ser atacado por las típicas plagas y enfermedades que tienen lugar en los campos de cultivo. Entre las plagas más abundantes y frecuentes en el cultivo del tomate óptima encontramos la araña roja, la mosca blanca, la polilla del tomate y los trips.

Por otro lado, entre las enfermedades más comunes tenemos el mildiu, el oidio y la podredumbre gris. Para poder evitar algunas plagas y enfermedades tenemos que cuidar la mala hierba que crece alrededor de los cultivos. Con un buen mantenimiento y un correcto cumplimiento de estas condiciones, podemos tener una buena cosecha.

Espero que con esta información puedan conocer más sobre el tomate óptima.