Cuidados, enfermedades y plagas en calas: guía completa para plantas sanas y floridas

  • Descubre cómo mantener las calas sanas y libres de enfermedades y plagas, tanto en interior como en exterior.
  • Aprende a identificar síntomas comunes y aplicar tratamientos ecológicos efectivos para cada problema.
  • Conoce la mejor forma de prevenir enfermedades a través de cuidados óptimos, fertilización, riego y elección del sustrato.

Enfermedades, plagas y cuidados de las calas

Las calas (Zantedeschia aethiopica), conocidas también como lirios de agua, alcatraces o cartuchos, son plantas altamente apreciadas por su belleza exótica y elegante, así como por sus llamativas flores y el agradable aroma que desprenden. Sin embargo, detrás de su porte majestuoso, existe todo un universo de cuidados, enfermedades y plagas que, de no tenerse en cuenta, pueden afectar seriamente su vitalidad y su capacidad de floración tanto en jardín como en maceta o en interior.

En este artículo exhaustivo descubrirás todo lo necesario para conocer, cuidar y proteger tus calas frente a problemas habituales, aprenderás a identificar los síntomas principales de las enfermedades y plagas más frecuentes, y conocerás los mejores métodos para prevenirlas y tratarlas, incluyendo opciones ecológicas y profesionales.

¿Qué son las calas? Origen, características y tipos

Características y origen de las calas

Las calas pertenecen a la familia Araceae y son originarias del sur de África, especialmente de zonas húmedas de Sudáfrica. Su nombre científico es Zantedeschia aethiopica, aunque existen hasta 9 especies aceptadas y numerosas variedades híbridas. Popularizadas por su resistencia, las calas se han adaptado a climas templados y subtropicales de todo el mundo. La palabra «cala» proviene del griego “kalos”, que significa hermoso, y su significado simbólico está vinculado con la pureza, la nobleza, la simpatía y la compasión.

  • Planta perenne: conserva el follaje la mayor parte del año y rebrotando a partir de rizomas subterráneos.
  • Altura y porte: suelen alcanzar entre 60 y 150 cm, aunque hay variedades enanas y muy compactas.
  • Floración: la inflorescencia es una espata (una hoja modificada que parece un pétalo), envolviendo un espádice (el eje con las flores verdaderas). Las espatas suelen ser blancas, pero hay variedades amarillas, rosas, púrpuras, negras o bicolores.
  • Aroma: sus flores desprenden una fragancia suave y agradable, a veces presente incluso en el follaje.
  • Hojas: de color verde intenso y brillante, con forma acorazonada o de flecha y nervadura muy marcada. Algunas especies presentan motas blancas.
  • Capacidad de perfumar y decorar ambientes: el uso de calas es común en ramos, decoración de eventos y como planta ornamental en jardines y macetas.

Variedades y colores de calas

Variedades y colores de calas

  • Cala blanca (Zantedeschia aethiopica): espata blanca, la más clásica y resistente.
  • Cala amarilla (Zantedeschia elliottiana): flores amarillas doradas, menos común pero muy decorativa.
  • Cala negra (Zantedeschia ‘Schwarzwalder’): espatas casi negras o púrpura muy oscuro.
  • Cala enana (Zantedeschia albomaculata): menor porte, espata blanca o crema, ideal para espacios pequeños.
  • Híbridos de colores: rosas, rojos, naranjas, fucsias, verdes, incluso bicolor o moteadas.

La diversidad de colores se utiliza para crear combinaciones vibrantes tanto en exterior como en interior, y es importante conocer las necesidades de cada variedad, ya que existen ligeras diferencias de resistencia y floración.

Significado cultural y ornamental de la cala

  • Símbolo de pureza, belleza y nobleza en culturas europeas y africanas.
  • Muy usada en ramos nupciales, celebraciones, funerales y decoración interior.
  • Considerada planta de la suerte en muchas tradiciones.
  • Asociada al arte, a la espiritualidad y como símbolo de paz interior.

Además, ten en cuenta que todas las partes de la cala son tóxicas, tanto para humanos como para mascotas, por lo que se recomienda evitar el contacto con ojos, boca y mucosas, y mantenerla fuera del alcance de niños y animales domésticos.

Época de floración de las calas y duración

Época de floración de las calas

Las calas suelen florecer repetidamente desde finales del invierno hasta bien avanzado el otoño, dependiendo de la variedad y el clima. El periodo habitual oscila entre los meses de febrero y octubre:

  • Floración temprana: desde finales de invierno o comienzos de primavera (febrero-marzo).
  • Floración tardía: en climas templados o con ciertas variedades, hasta octubre o noviembre.

En regiones cálidas y con condiciones óptimas, pueden tener varios ciclos de floración en un año. La duración de las flores depende de la variedad y los cuidados, pero suelen mantener su belleza entre 2 y 4 semanas por ciclo floral. La longevidad de una cala bien cuidada puede superar fácilmente los 10 o 15 años.

Cuidados completos de las calas: guía práctica

Cuidados de las calas y prevención de enfermedades

Para disfrutar de calas sanas, vigorosas y con floraciones abundantes, resulta esencial conocer en detalle sus necesidades de sustrato, riego, luz, temperatura, abonado y trasplante, adaptando cada punto tanto si se encuentran en interior, exterior, maceta o suelo.

Sustrato, suelo y maceta ideales

  • El sustrato debe ser fresco, suelto, ligero y muy rico en materia orgánica, manteniendo siempre una alta capacidad de retención de humedad pero con excelente drenaje para evitar encharcamientos y pudrición radicular.
  • La mezcla recomendada es: 1/3 humus de lombriz, 1/3 turba, 1/3 fibra de coco y un pequeño porcentaje de perlita o vermiculita para aireación.
  • En exterior, mejora el suelo del jardín con turba y compost, y revisa que el drenaje sea muy bueno, especialmente en zonas donde llueve mucho.
  • Para macetas, utiliza recipientes grandes y profundos con buen drenaje. Renueva el sustrato o trasplanta cada 2 años o cuando la planta lo demande.
  • En maceta, coloca una capa de grava o arcilla en el fondo para mejorar el drenaje y evitar asfixia radical.

Ubicación, luz y temperatura

  • La ubicación óptima depende del clima: en regiones cálidas y soleadas, semisombra; en climas templados-fríos, máxima exposición solar posible sin quemaduras.
  • Evita la exposición al sol directo en las horas centrales en verano: puede quemar hojas y flores.
  • La temperatura ideal oscila entre 14 y 24ºC; las calas toleran temperaturas algo más bajas, incluso pueden invernar con temperaturas cercanas a 0ºC, siempre que el rizoma esté protegido.
  • Evita corrientes de aire frío y cambios bruscos de temperatura.
  • En interior, colócalas en ventanas luminosas, pero protegidas de sol directo para evitar el efecto lupa.

Riego y Humedad: la clave de su salud

  • Las calas necesitan riego abundante y constante, sin llegar nunca al encharcamiento.
  • En época de floración, la tierra debe estar siempre húmeda; reduce el riego solo en otoño-invierno, cuando la planta entre en reposo y pierda la parte aérea.
  • Prefieren riegos frecuentes y moderados frente a grandes cantidades de agua de golpe. El exceso de agua puede favorecer enfermedades fúngicas y pudrición.
  • En climas secos o en interior, rocía las hojas con agua no calcárea para aumentar la humedad ambiental y prevenir la aparición de ácaros.

Abonado y fertilización

  • Abona cada 15 días durante el crecimiento activo y la floración (primavera-verano) con fertilizante líquido para floración, o con humus/compost.
  • Cesa el abonado al llegar el otoño/invierno cuando la planta entra en reposo.
  • La fertilización insuficiente puede provocar ausencia de flores, crecimiento raquítico o follaje amarillento.

Poda, trasplante y multiplicación

  • No es necesaria una poda estricta, solo retira flores marchitas y hojas enfermas o secas.
  • Al final del otoño o tras la floración (cuando la parte aérea se seca), puedes cortar toda la planta a ras de suelo si está en reposo.
  • Multiplicación: la reproducción principal es dividiendo los rizomas o bulbos en otoño. Se pueden sembrar semillas, pero es un método lento.
  • Para multiplicar, extrae el rizoma, divide los brotes hijos y vuelve a plantar. El trasplante conviene hacerlo durante el reposo vegetativo.

Cuidados especiales según la época del año

  • Primavera-verano: riego y abonado generosos, máxima exposición a la luz sin quemaduras, control de plagas y floración continua.
  • Otoño-invierno: disminuye el riego progresivamente hasta suspenderlo si la planta pierde la parte aérea y entra en reposo. Protege el rizoma de heladas cubriéndolo con mantillo o musgo de turba, o extráelo y consérvalo en bolsa ventilada.
  • En regiones con heladas fuertes, lo mejor es invernar el rizoma en interior en material ligeramente húmedo hasta la primavera siguiente.

Métodos de plantación, trasplante y reproducción de calas

Cómo plantar y reproducir calas

  • Planta los bulbos/rizomas por grupos de 4-5, dejando unos 15 cm entre ellos. Esto crea un efecto visual más espectacular.
  • Enterrar los rizomas al menos con 2-3 dedos de sustrato por encima.
  • En maceta, utiliza recipientes de al menos 25-30 cm de profundidad y diámetro, cambiando a recipientes mayores a medida que la planta crece.
  • Reproducción por esquejes en agua: corta un tallo sano con brote, retira hojas inferiores, colócalo en agua cambiando el líquido cada 2-3 días hasta que desarrolle raíces y trasplanta a sustrato adecuado.
  • El trasplante conviene realizarlo durante el reposo de la planta. Aprovecha para renovar el sustrato y revisar el estado de los rizomas.

Calas en maceta: cuidados específicos

Problemas frecuentes, síntomas y carencias en calas

  • Hojas amarillas: puede deberse tanto a exceso de riego (pudrición o asfixia radical) como a falta de agua o nutrientes. Observa el sustrato y corrige el riego.
  • Pérdida de color y hojas mustias: generalmente indica sequedad excesiva en la tierra; aumenta la frecuencia del riego y mantén mayor humedad.
  • Flores que no abren/tallos blandos: carencia de luz o nutrientes, o ataque de bacterias/hongos que afectan el rizoma.
  • Hojas con puntas marrones/secas: normalmente por quemaduras solares, baja humedad ambiental o exposición a corrientes de aire frío.
  • Parálisis de crecimiento: maceta demasiado pequeña, falta de abono, luz insuficiente, enfermedad vírica o infestación por plagas del sustrato.

Los síntomas suelen estar relacionados con el equilibrio de humedad, la cantidad de luz y nutrientes, y la salud del sistema radicular. Conviene observar periódicamente el envés de las hojas y el estado del sustrato para detectar a tiempo cualquier anomalía.

Enfermedades más comunes de las calas: diagnóstico y soluciones

Enfermedades y plagas de las calas

Aunque las calas son plantas resistentes, existen enfermedades fúngicas, bacterianas y víricas que pueden causarle serios daños:

1. Enfermedades fúngicas: hongos y podredumbre

  • Pudrición de raíz y cuello (Fusarium, Pythium, Rhizoctonia): El exceso de humedad y el mal drenaje favorecen la aparición de hongos que destruyen el sistema radicular y el cuello de la planta. Los síntomas incluyen amarilleo generalizado, hojas blandas y desprendimiento fácil del tallo.
  • Solución: extraer las partes podridas, renovar el sustrato, utilizar fungicidas específicos y mejorar el drenaje. Evitar riegos excesivos.
  • Manchas foliares (Alternaria, Phyllosticta): aparecen motas o manchas marrones/amarillas en las hojas, a veces rodeadas por halos amarillos. La hoja puede necrosarse y caerse prematuramente.
  • Tratamiento: retira hojas afectadas, aplica fungicidas ecológicos (extracto de cola de caballo, propóleo) o productos comerciales según especificaciones.

2. Enfermedades bacterianas

  • Pudrición bacteriana (Erwinia carotovora): comienza con amarilleo de hojas y evolución a zonas negruzcas, tejidos blandos y olor desagradable. Si no se actúa, pudre los bulbos/rizomas y puede matar la planta.
  • Medidas: corta y elimina hojas y partes afectadas, desinfecta herramientas, sustituye el sustrato y aplica tratamientos bactericidas cuando sea posible. Mantén vigilancia y evita la humedad excesiva.

3. Enfermedades víricas

  • Virus del mosaico: deforma las hojas, que presentan estrías, motas o manchas de distintos tonos de verde-amarillo. Las plantas enfermas suelen crecer raquíticas y con poca floración.
  • Solución: no existe tratamiento curativo; elimina y destruye las plantas afectadas, controla los pulgones (vectores de propagación) y desinfecta el material de jardinería.

Plagas que afectan a las calas: identificación y control

Plagas más frecuentes en calas

  • Cochinillas (especialmente la cochinilla algodonosa): identificable por las manchas y costras blancas (algodón) en los envés de las hojas y tallos.
  • Tratamiento: pasa un algodón empapado en alcohol etílico por las zonas afectadas. Para infestaciones graves, utiliza insecticidas específicos o jabón potásico, repitiendo el tratamiento cada 7-10 días.
  • Pulgones: pequeños insectos verdes/negros que colonizan brotes jóvenes y espádices, succionan savia, debilitan la planta y pueden transmitir virus.
  • Control: agua a presión sobre las zonas afectadas, o tratamiento con jabón potásico, aceite de neem o insecticidas ecológicos. Vigila durante la floración y abona correctamente para mejorar la resistencia.
  • Araña roja: ácaro diminuto que provoca amarilleo, abarquillado y polvo fino sobre las hojas. Aparece con tiempo seco y poca humedad ambiental.
  • Prevención y remedio: pulveriza agua sobre las hojas para aumentar la humedad. Si la plaga persiste, usa acaricidas específicos.
  • Babosas y caracoles: se alimentan de las hojas carnosas, especialmente en ambientes húmedos y durante la noche.
  • Soluciones: recolección manual, uso de molusquicidas ecológicos y trampas naturales (cáscaras de cítricos, cerveza).
  • Trips, mosquitas y otros insectos: menos frecuentes, pero pueden aparecer, causando daños en las hojas. El control preventivo consiste en mantener la planta sana, revisar periódicamente y recurrir a tratamientos suaves en caso de infestaciones.

Prevención y tratamiento ecológico de plagas y enfermedades en calas

  • Inspección periódica de hojas y rizomas para detectar precozmente cualquier problema.
  • Riego adecuado, sustrato aireado y buena ventilación para prevenir la aparición de hongos y bacterias.
  • Evita mojar las hojas durante las horas de máxima incidencia solar.
  • En caso de enfermedad o plaga, elimina rápidamente las zonas afectadas (hojas, tallos o brotes).
  • Utiliza métodos manuales y ecológicos siempre que sea posible: algodón con alcohol, agua a presión, jabón potásico, aceite de neem, insecticidas y fungicidas naturales.
  • En el caso de enfermedades víricas o ataques graves sin solución, elimina y destruye la planta completamente para proteger el resto del cultivo.
La cala se poda poco
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Preguntas frecuentes sobre problemas y floración de las calas

  • ¿Por qué mi cala no florece? Generalmente por falta de luz, exceso o escasez de riego, sustrato pobre o maceta demasiado pequeña. Revisa todos estos puntos y abona durante la temporada activa.
  • ¿Cuándo y cómo podo mi cala? Retira flores y hojas secas cuando las observes. Tras la floración y en otoño, puedes cortar a ras si la cala entra en reposo.
  • ¿Cuándo se trasplantan o dividen los rizomas? Lo ideal es hacerlo en otoño, coincidiendo con el reposo vegetativo, cortando y trasplantando los rizomas hijos.
  • ¿Las calas son tóxicas? Sí, todas las partes de la planta contienen cristales de oxalato cálcico. Manipúlala con guantes si tienes piel sensible y evita el contacto con ojos, boca y mucosas.
  • ¿Cómo evito que la flor se queme o pierda color? No expongas la floración a sol directo en el momento de máxima intensidad. Aumenta la humedad ambiental y sitúala en semisombra si la floración es en verano.

Cuidados específicos según el tipo de cala y el entorno

Cuidado de calas según variedad

  • Calas blancas (Z. aethiopica): las más robustas y adaptables, ideales para plantar en exterior y zonas semihúmedas.
  • Calas de colores (amarillas, rosas, negras): prefieren suelos más aireados, exposición a semisombra y protección ante el calor extremo. En invierno, es preferible extraer el bulbo/rizoma y pasar el reposo en interior.
  • Cultivo en interiores: requieren luz abundante (indirecta), riego controlado, rociado regular para aumentar humedad y abono cada 2 semanas en crecimiento.
  • Cultivo en estanques: la cala puede crecer con las raíces parcialmente sumergidas. En estos casos, revisa la integridad del rizoma y evita que el agua se estanque demasiado tiempo para prevenir hongos.

Maximiza la floración y prolonga la vida de tus calas

Cómo lograr la mejor floración en calas

  • Iluminación óptima: luz intensa pero filtrada, evitando quemaduras en periodos de altas temperaturas.
  • Riego y humedad: mantén el sustrato siempre húmedo durante la floración, sin encharcar ni dejar el plato saturado. Utiliza agua sin cloro.
  • Abonado continuo: fertiliza con abono equilibrado o específico para bulbos/plantas con flor cada 15 días mientras la planta esté en actividad.
  • Eliminación de flores marchitas: corta las flores secas para estimular nueva floración y evitar la aparición de enfermedades secundarias.
  • Evita el estrés térmico: protege los rizomas del frío extremo y de la insolación directa prolongada.

Errores frecuentes en el cultivo de calas y cómo evitarlos

  • Riego excesivo o insuficiente: controla la humedad del sustrato y la calidad del drenaje. El exceso provoca pudriciones, la falta, marchitez.
  • Falta de luz: sin luz suficiente tienes menos flores y la planta se debilita fácilmente frente a plagas.
  • Macetas pequeñas o sustrato agotado: impiden el buen desarrollo radicular. Trasplanta cada 2 años.
  • No renovar el sustrato ni abonar: déficit de nutrientes y falta de vigor o floración.
  • Manejo deficiente de plagas: la falta de revisiones periódicas conduce a infestaciones difíciles de erradicar.

Galería de imágenes: Calas, floraciones y ejemplos de cuidados

Galería de imágenes de calas y cuidados

Cuidados y ejemplos de calas florecidas

Significado y simbolismo de las calas

Calas negras

Con una correcta combinación de una ubicación adecuada, riego bien controlado, sustrato rico y abonado frecuente, tus calas te regalarán flores espectaculares, resistentes y duraderas durante muchos años. Inspecciona de manera regular cada detalle de la planta para detectar precozmente plagas o enfermedades, aplica siempre métodos ecológicos y ajusta los cuidados a las particularidades climáticas de tu entorno y variedad concreta.


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