Con la llegada del invierno muchos de nosotros podríamos pensar que no se puede sembrar nada hasta que no regrese la primavera, lo cual sería un pensamiento de lo más racional teniendo en cuenta que en muchos lugares las temperaturas bajan de los 0 grados, y que incluso se producen heladas y nevadas importantes.
Sin embargo, en climas templados y/o suaves, siempre se puede tener preparado un semillero, hasta en la época más fría del año. Así que, si quieres aprovechar al máximo la temporada, descubre qué sembrar en invierno.
Índice
Plantas comestibles
No hay nada mejor que cultivar tu propio alimento. Ver cómo crece gracias a los riegos que le das, teniendo tú el control sobre su cultivo, decidiendo en todo momento qué usar para abonarlo y cómo tratarlo en caso de que tenga alguna plaga o enfermedad. Por este motivo, antes de que llegue la primavera puedes empezar a sembrar algunas plantas comestibles, ya sea en semillero protegido o directamente en el suelo siempre que el clima sea suave.
Acelgas
Las acelgas se pueden sembrar durante todo el año, siendo las épocas más favorables en primavera y otoño. Se siembran en maceta o en el suelo, siendo muy aconsejable esparcir muchas semillas en el rincón reservado para ellas en el huerto ya que así tendremos muchas más hojas que podremos recoger.
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Ajos
Los ajos son unas de las plantas hortícolas a las que mejor le sienta el frío. Para sembrarlos, simplemente tienes que enterrar un diente de ajo en el huerto o plantarlo en una maceta en invierno.
Apio
El apio, aunque parezca una planta delicada, se puede sembrar en invierno sin problema. Aguanta bien el frío, y además, se puede cultivar en maceta.
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Cebollas
Las cebollas, al igual que los ajos, son unas plantas que se siembran durante el invierno. Para conseguir unos bulbos grandes, es importante que se siembren o bien en el huerto o en macetas grandes, de 40cm de diámetro o más.
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Espinacas
Las espinacas se siembran a finales de invierno, cuando las temperaturas comienzan a subir. No resisten mucho el frío ni las heladas. Para tener más controlada su germinación, es muy aconsejable sembrarlas en semillero y posteriormente pasarlas al huerto o a maceta.
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Habas
Imagen – Wikimedia/Meneerke bloem
Las habas son plantas de crecimiento muy rápido que aguantan bien las temperaturas frescas pero no así las heladas fuertes. Por este motivo, si vives en una zona con clima suave puedes sembrarla en invierno directamente en el huerto; sino es el caso, puedes empezar a cultivarlas en maceta en invernadero o dentro de casa -en una habitación en la que entre mucha luz-.
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Lechuga
Imagen – Wikimedia/Francisco25
La lechuga es una verdura de muy fácil cultivo que puedes sembrar durante todo el año, especialmente en primavera y otoño. Crece rápidamente, y puedes cultivarla en maceta o en tierra.
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Plantas ornamentales
Las plantas ornamentales o de jardín son aquellas que, como su propio nombre indica, embellecen el lugar donde están. La gran mayoría de las que se cultivan necesitan calor para crecer, por eso el invierno no siempre es la mejor estación del año para sembrar las semillas. Pero la cosa cambia de forma radical si se dispone de un germinador eléctrico (como el que venden aquí), o incluso una incubadora de reptiles (no, no es broma: las plantas que necesitan temperaturas constantes de 20-25ºC, como las palmeras, germinan mucho mejor en una incubadora que en un semillero normal).
Árboles de climas templados
Imagen – Wikimedia/TeunSpaans
Los árboles de climas templados, de hoja caduca la mayoría, necesitan pasar frío para poder germinar. Por ello, lo más recomendable es sembrar sus semillas en cuanto maduran, que suele ser en otoño o principios de invierno. Si en tu zona el clima es suave, tendrás que sembrarlas en un tupperware con vermiculita, y tenerlas en la nevera durante tres meses.
Algunos de ellos son:
- Arces (Acer): son árboles o arbustos que alcanzan una altura de entre 1 y 30 metros. Tienen una hoja muy característica, similar a la palma de una mano, la cual cambia de color en otoño antes de caer. Ver ficha.
- Castaño de Indias (Aesculus): los Aesculus son árboles de gran tamaño, pudiendo llegar a los 30 metros de altura e incluso superarlos. Tienen hojas palmeadas también, pero los lóbulos están separados. Estas son verdes, caducas, y en otoño pasan a ser amarillas antes de caer. Ver ficha.
- Hayas (Fagus): son un género de árboles caducifolios de crecimiento muy lento, con hojas simples y enteras de color verde o marronáceo. Pueden medir 20 metros o más (el haya común, Fagus sylvatica, alcanza los 40 metros). Ver ficha.
Campanilla de invierno
La campanilla de invierno o Galanthus nivalis es una planta bulbosa pequeña, de unos 15 centímetros de alto cuando está en flor, la cual florece a mediados o finales de la estación. Desarrolla hojas alargadas y verdes, y del centro surge un tallo floral con unas flores muy pequeñitas, de 1 centímetro, y de color blanco. Resiste muy bien las nevadas, así que se aconseja sembrar precisamente en invierno para que las semillas pasen un poco de frío antes de germinar.
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Palmito
Imagen – Wikimedia/Krzysztof Ziarnek, Kenraiz
El palmito es una palmera de pequeño porte, de hecho rara vez supera los 2 metros (aunque puede llegar a los 4 metros), cuyo nombre científico es Chamaerops humilis. Tiene hojas en forma de abanico y de color verde, y troncos delgados de unos 20 centímetros de grosor. Se trata de una de las pocas especies de palmáceas que pueden sembrarse en invierno, ya sea fuera si el clima es suave, o en un semillero protegido si por el contrario hay heladas y/o nevadas con frecuencia.
Rosal
Los rosales son arbustos la mayoría caducifolios, muchos armados con espinas, que florecen desde la primavera hasta el otoño. Sin duda, la forma más rápida de conseguir nuevos ejemplares es multiplicándolos por esquejes hacia mediados o finales del invierno (febrero/marzo en el hemisferio norte), pero ¿por qué no intentarlo por semillas? Estas se aconseja sembrar a finales del invierno, cuando aún haga fresco (no frío), en una maceta con fibra de coco o sustrato para semilleros por ejemplo.
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Trachycarpus
Imagen – Wikimedia/C T Johansson
Las palmeras del género Trachycarpus se caracterizan por tener un tronco delgado, a menudo protegido por fibras, y una corona con relativamente pocas hojas en forma de abanico. Ahora bien, son unas de las que más resisten las temperaturas bajas, incluso las nevadas. Además, pueden sembrarse en una maceta en otoño-invierno.
Tulipán
El tulipán o Tulipa sp es una bulbosa que florece pronto, en primavera y a veces incluso antes. La manera más rápida de conseguir una planta crecida es plantando el bulbo en otoño, por ejemplo en una maceta que sea más o menos igual de ancha que de alta, pero también puedes sembrar las semillas durante la primavera en una maceta.
Wisteria o glicinia
La glicinia o Wisteria es una de las trepadoras más grandes y vigorosas que se pueden tener en un jardín. Pero también una de las más bonitas: cuando florece, numerosos racimos colgantes de flores lilas o blancas, dependiendo de la variedad, brotan de sus ramas. Por eso, si quieres tener un ejemplar y que te cueste poco, te animamos a sembrar las semillas en invierno, puesto que así germinarán en primavera.
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¿Conoces otros cultivos de invierno?
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