Las plantas carnívoras son de lo más curiosas. Tanto niños como adultos se asombran al ver que sus hojas no son las típicas que tienen el resto de plantas, sino que se han convertido en trampas a cada cual más sofisticada.
Aunque no te voy a engañar, es habitual que cuando compras una… acabes con algunas más. Por eso, una forma de ahorrar un poco de dinero, y de paso ampliar la colección, es consiguiendo semillas de plantas carnívoras y sembrándolas. Pero, ¿cómo?
¿Cuándo se siembran las semillas de plantas carnívoras?
Hay muchos tipos de plantas carnívoras, y no todas ellas florecen ni por lo tanto fructifican al mismo tiempo. Pero, en general, la época de siembra es desde mediados/finales de primavera hasta el verano. Estas plantas necesitan calor para germinar, por lo que en esas estaciones tendrán muchas posibilidades de crecer y llegar a ser esas plantas que tanto nos asombran.
El periodo de viabilidad es corto, de modo que no aconsejamos sembrar semillas de años anteriores, puesto que tendrán muchas dificultades para germinar.
¿Cómo se siembran paso a paso?
El paso a paso a seguir es el siguiente:
Compra semillas a vendedores especializados
Hoy día venden semillas de plantas carnívoras en cualquier sitio, a precios muy dispares. Pero tras leer los comentarios de mucha gente, tanto en foros como en comercios electrónicos en los que venden de todo, te recomiendo que consigas semillas en sitios especializados, ya sean tiendas online en la que solo vendan este tipo de plantas, o en foros de asociaciones y/o coleccionistas.
Créeme, esa será la garantía de que esas semillas son, de verdad, de las especies que te interesan, y de que, además, son viables, por lo que siguiendo los consejos que ahora te diremos, podrán tener muchas posibilidades de germinar.
Prepara el material que vas a necesitar
Realmente no vas a necesitar mucho para sembrar tus semillas, tan solo lo siguiente:
- Envase de plástico con agujeros en la base: puede ser una maceta, una bandeja, un vaso de yogur,… lo que sea. Pero si usas algún envase de comida o bebida, límpialo antes con agua destilada y un poco de jabón lavavajillas.
- Plato/bandeja: es interesante ponérselo debajo de la maceta o bandeja que se use como semillero. De esta manera, el sustrato permanecerá más tiempo húmedo puesto que, al regar, el agua quedará estancada en el plato, y esta será absorbida por el sustrato.
- Sustrato*: variará dependiendo del tipo de carnívora. La base será (casi) siempre turba rubia sin abonar.
- Cephalotus: se ha de mezclar 60% de turba rubia con un 40% de perlita o arena de cuarzo. Más información.
- Darlingtonia: 100% musgo sphagnum vivo. Más información.
- Dionaea: puedes mezclar o turba rubia con arena de cuarzo al 50%, o un 70% de turba rubia con un 30% de perlita. Más información.
- Drosera: mezcla 70% de turba rubia con un 30% de perlita. Más información.
- Nepenthes: mezcla el 70% de turba rubia con un 30% de perlita, o 100% musgo sphagnum vivo. Más información.
- Pinguicula: has de mezclar turba rubia con un 30% de perlita. Más información.
- Sarracenia: mezcla de turba rubia con arena a partes iguales, o con turba rubia mezclada con un 30% de perlita o vermiculita. Más información.
- Utricularia: mezcla 70% de turba rubia con un 30% de perlita. Más información.
- Agua: tiene que ser de lluvia lo más pura y limpia posible. Si no la consigues, una buena alternativa es el agua destilada o de ósmosis, o una de mineralización muy débil cuyo residuo seco sea inferior a los 200ppm (como la de la marca Bezoya).
- Ácido giberélico (GA3)*: esto es opcional, pero muy recomendado para principiantes y para las semillas complicadas como las de Darlingtonia y Nepenthes. Se trata de una hormona que estimula la germinación, y que se usa de la siguiente forma:
- Primero has de introducir 100mg de este ácido en un vaso, y luego verter un poco de alcohol puro o de 96º hasta que se disuelva.
- Luego, has de añadir 100ml de agua destilada o de lluvia, y mezclar.
- Para acabar, tienes que conservarlo en la nevera (no en el congelador, sino en la parte donde pones la fruta, lácteos, etc.) un máximo de 14 días.
*Puedes conseguirlo pinchando en los enlaces: turba rubia, vermiculita, perlita, musgo sphagnum vivo y arena de cuarzo, así como ácido giberélico.
Siembra las semillas
Cuando ya lo tengas todo listo, habrá llegado el momento de sembrar las semillas. Para ello, es importante que prepares el sustrato, y lo riegues bien, hasta que quede húmedo por completo. Lo ideal es que no esté encharcado, por lo que has de ir echando agua poco a poco; si lo prefieres, otra opción es llenar un recipiente -sin agujeros- de agua, echar el sustrato, y cuando vayas a utilizarlo estrujarlo como si de una esponja se tratara para quitarle el agua sobrante.
Después, has de rellenar el semillero (recuerda que ha de ser un recipiente de plástico con agujeros en la base) con el sustrato, y colocar las semillas en la superficie. Procura que queden lo más separadas entre sí que sea posible, evitando hacer montones. Luego, entiérralas un poquito (no más de un centímetro), y échales si quieres un poco de ácido giberélico.
Para finalizar, coloca el plato o bandeja debajo del semillero, y sitúa este en una zona luminosa pero sin sol directo (a menos que hayas sembrado Sarracenia o Dionaea, en cuyo caso sí que han de estar a pleno sol).
¡Que tengas una feliz siembra!