Mango.
Los árboles frutales tienen un especial interés: no hablamos solo de plantas que pueden sernos de gran utilidad por ejemplo en un jardín o en un patio gracias a la sombra que proporcionan, sino que además producen frutos aptos para consumo. Y lo mejor es que hay una gran variedad de especies, tantas, que como seguramente no conozcas a las que son originarias de las regiones tropicales, a continuación te hablaremos de ellas.
Y es que los árboles frutales tropicales son todavía muy poco conocidos en Occidente. Sabemos que existe el mango, el aguacate… pero muy pocos más. La realidad es que hay muchísimos, así que aquí tienes una selección de los más interesantes.
Aguacate (Persea americana)
Imagen – Flickr/Mauricio Mercadante
El aguacate o palta es un árbol que crece silvestre en Mesoamérica. Puede llegar a los 20 metros de altura con un tronco de unos 40 centímetros de grosor. Las hojas son verdes, de unos 20 centímetros de largo, y tienen el nervio principal visible. Es una especie que tiene flores bisexuales, pero se abren en distintos momentos del día, por lo que es necesario que se produzca la polinización cruzada para que los frutos puedan formarse.
Su fruto es una baya que, dependiendo de la variedad, puede ser ovalada o bien piriforme. Mide unos 15 centímetros de largo por unos 10 centímetros de ancho, y tiene un piel rugosa la cual es fácil de quitar.
La pulpa o carne es amarillenta, y apta para consumo. Normalmente, se suele utilizar como si de una verdura se tratara, pues su sabor recuerda bastante al que tiene la avellana, por lo que puede ser un poco amargo si se consume como fruta. Yo, de hecho, prefiero trocearlo y echarlo a una ensalada: está muy bueno así. Por lo demás, soporta el frío, pero si en tu zona hay heladas, deberás protegerlo.
Árbol del pan (Artocarpus altilis)
El árbol del pan es originario del sudeste asiático y de la Polinesia. Mide un máximo de 20 metros de altura, pero en cultivo suele quedarse más pequeño, en torno a los 10 metros. Las hojas son de color verde oscuro brillante, ovadas, y grandes.
Un dato curioso de esta especie es que, aunque produce flores masculinas primero y femeninas después, la polinización no es necesaria para que se forme el fruto (pero sí lo es para que tenga semillas). Dicho fruto es redondeado y pesa sobre 1kg, pero puede llegar a los 6kg.
Se suele consumir cuando aún está verde, ya que si está muy maduro apenas tiene sabor. Pueden tostarse, asarse o cocerse. No resiste las heladas.
Chirimoya (Annona cherimola)
Imagen – Wikimedia/Jan Helebrant
El árbol de la chirimoya o chirimoyo es originario de Sudamérica. Crece hasta alcanzar una altura de 8 metros, y desarrolla una copa frondosa. Las flores son hermafroditas, de color amarillo jaspeado, y producen frutos compuestos, redondeados, y con la piel verdosa. La pulpa es blanca, algo jugosa, y contiene semillas negras de más o menos 1 centímetro. Su sabor es dulce.
Se trata de una planta capaz de soportar las heladas débiles, de hasta los -3ºC, siempre y cuando sean de corta duración.
Guayaba (Psidium guajava)
La guayaba o guayabo es un árbol más bien pequeño, que rara vez llega a medir los 10 metros de altura. El tronco tampoco es de los que se engrosan demasiado; de hecho, no supera los 60 centímetros de diámetro. Pero eso sí, has de tener en cuenta que este suele retorcerse. Las hojas son verdes y tienen forma elíptica, y además huelen muy bien.
Sus flores miden unos 2 centímetros, y el fruto que producen son bayas de unos 7 centímetros de diámetro. Estas tienen un sabor ligeramente ácido pero muy agradable. No se recomienda cultivar en el exterior en climas fríos, pero puede resistir alguna helada débil (hasta -3ºC) y puntual si está resguardado.
Longan (Dimocarpus longan)
Imagen – Flickr/Forest and Kim Starr
Llamado longan, longuián o incluso ojo de dragón, es un árbol frutal tropical nativo del sur de China, así como de Indonesia. Alcanza una altura de 7 metros, y tiene hojas elípticas, de color verde. El fruto es redondeado y contiene una única semilla la cual mide alrededor de un centímetro de diámetro.
Este se consume fresco, pero normalmente se usa como ingrediente de algunas recetas, como sopas o desayunos. El árbol soporta bien el frío, pero no se recomienda tener en el exterior si hay heladas.
Mango (Mangifera indica)
El mango es uno de los pocos árboles frutales tropicales que conocemos más. Esto es así porque es posible cultivarlo en las regiones más cálidas de la península ibérica y de las Islas Canarias. Y además, es una planta con un valor ornamental alto, y con una gran capacidad de producir muchos frutos, los cuales tienen un sabor dulce.
Aunque en su lugar de origen -India e Indochina- puede alcanzar los 40 metros de altura, cuando se cultiva es raro que supere los 15 metros. Asimismo, has de saber que produce numerosos racimos de flores de color crema, las cuales después producirán la fruta. Esta suele tener la piel verdosa o rojiza, y la pulpa amarillenta o anaranjada, la cual puede consumirse fresca. No resiste las heladas.
Mangostán (Garcinia mangostana)
Imagen – Wikimedia/Michael Hermann
El mangostán o mangostino es un árbol frutal tropical originario del sudeste de Asia. Alcanza una altura de 6 a 20 metros, y desarrolla una copa redondeada poblada con un follaje denso, por lo que proporciona una sombra fresca. El fruto es redondeado, con la piel de color púrpura, y la pulpa blanquecina. Esta última tiene un sabor agridulce, y puede consumirse fresca aunque también se hacen refrescos. Por cierto, si alguna vez vas a un restaurante tailandés, te recomiendo pedir uno de esta fruta: es delicioso.
La parte negativa es que al ser tropical, su resistencia al frío es nula. Solo puede tenerse en el exterior en climas donde la temperatura no baje de los 15ºC.
Pacano (Carya illinoinensis)
El pacano o nuez de pecán es un árbol de hoja caduca que se cree que es originaria del sudeste de los Estados Unidos. Alcanza los 40 metros de altura, y tiene hojas imparipinnadas, de color verde. Las flores se reúnen en inflorescencias colgantes, y una vez polinizadas producen el fruto: la nuez.
Puede consumirse recién cogida de la planta, o bien como ingrediente de alguna receta, ya sea de helados, pan, verduras, o postres de repostería. Soporta las heladas de hasta los -12ºC.
Pawpaw (Asimina triloba)
Imagen – Wikimedia/Plant Image Library
El árbol del pawpaw o chirimoyo de Florida como también se le llama, es un árbol originario del este de los Estados Unidos. Tiene hojas grandes, de hasta 30 centímetros de largo, y no supera los 6 metros de altura.
Sus flores son de color rojo oscuro, muy compactas, y una vez son polinizadas producen los frutos cuya piel se puede separar con facilidad. La carne o pulpa es cremosa, y tiene un sabor algo dulce. Es importante que quites las semillas antes de consumirla, pues son venenosas.
A pesar de su apariencia tropical, es capaz de soportar las heladas de hasta los -18ºC.
Zapote blanco (Casimiroa edulis)
Imagen – Flickr/sergio niebla
El zapote blanco es un árbol originario de Centroamérica que alcanza una altura de 3 a 10 metros. Tiene una copa ancha, poblada de numerosas hojas compuestas. Las flores son hermafroditas, de color amarillo verdoso, y una vez son polinizadas madura el fruto el cual es una drupa de unos 10 centímetros de ancho. La pulpa es blanca, de sabor dulce, y suele contener unas 5 semillas.
Aunque es una planta tropical, se ha adaptado a vivir a una gran variedad de climas. De hecho, soporta muy bien las heladas de hasta los -4ºC.
¿Conoces otros árboles frutales tropicales que no hayamos nombrado?