Cada vez son más las personas reacias a utilizar componentes químicos para combatir plagas y enfermedades de las plantas. Estos productos no sólo son nocivos para los insectos y los hongos, si no también para la fauna e incluso la flora que se encuentra en el ambiente. En el caso de hortalizas, incluso puede ser dañino para nosotros mismos. Sin embargo, es importante conocer y saber aplicar la opciones ecológicas que tenemos. Por ello vamos a hablar sobre el aceite de Neem y el jabón potásico.
Si no sabéis qué son estos productos naturales, os recomiendo que sigáis leyendo. Explicaremos para qué sirven, las dosis que debemos aplicar y cómo se usan.
¿Qué es el aceite de Neem?
Antes de hablar sobre cómo usar el aceite de Neem y el jabón potásico, primero debemos aclarar qué son ambos productos, empezando por el primero. También conocido como extracto de Neem, este aceite es un insecticida natural muy utilizado en la jardinería y en la agricultura ecológica. Se extrae de los frutos del árbol llamado Neem (de ahí el nombre del producto). Ayuda a combatir diversas plagas y hongos, pero también es un buen producto preventivo.
La aplicación del aceite de Neem se lleva a cabo a través del riego o mediante pulverización. Es importante destacar que no se debe aplicar este producto junto con azufre. La mezcla de ambos productos produce una reacción fitotóxica, es decir: Intoxica a las plantas. Si queremos utilizar tanto el azufre como el aceite de Neem, es fundamental que dejemos como mínimo tres semanas de tiempo entre cada aplicación para no dañar a los vegetales. Con el cobre pasa lo mismo, pero en este caso podemos dejar un plazo de dos semanas entre las aplicaciones.
¿Pero contra qué plagas actúa el aceite de Neem? Pues veamos, algunas son el minador, la mosca blanca, el pulgón, los trips, la cochinilla, las pulguillas, los ácaros, los chinches, las orugas pequeñas, las langostas pequeñas o saltamontes, los gorgojos y las termitas. En definitiva: Sirve para combatir a prácticamente todos los insectos blandos, incluyendo sus larvas, pero también resulta muy efectivo contra algunos hongos como roya, mildiu y oidio. En el caso de que tengamos problemas con algunos hongos más potentes, como podrían ser por ejemplo la mancha negra, alternaria o botritis, una buena opción es añadir bicarbonato sódico. Así resultará más efectiva la mezcla.
¿Cuánto aceite de Neem por litro de agua?
A la hora de aplicar el aceite de Neem, tenemos que introducir la mezcla en un rociador o pulverizador y aplicarla por todo el vegetal, tanto por arriba como por debajo de las hojas. Antes de su aplicación, primero debemos adquirir un emulsionante. Por lo general se suele utilizar el jabón potásico, del cual hablaremos más adelante. Veamos ahora las cantidades y medidas:
- Por riego: 3-4 mililitros por litro de agua
- Pulverizado contra plaga poca extendida: 6 mililitros de jabón potásico + 3 mililitros de aceite de Neem por cada litro de agua
- Pulverizado contra plaga muy extendida: 6 mililitros de jabón potásico + 5 mililitros de aceite de Neem por cada litro de agua
- Hongos potentes: Añadir 2 gramos de bicarbonato potásico por cada litro de agua.
Cabe decir que cada mililitro de aceite de Neem corresponde a unas 20 gotas aproximadamente.
¿Qué es el jabón potásico?
Ya sabemos algo más sobre el aceite de Neem, ¿pero qué es el jabón potásico? Al igual que el extracto del que hemos hablado anteriormente, este producto también es ecológico y natural. El jabón potásico es muy eficaz a la hora de eliminar algunas plagas y de prevenirlas. Suele ser un tratamiento altamente recomendado para combatir cochinillas, pulgones y a la mosca blanca. Sin embargo, también resulta muy útil contra otras plagas e incluso contra algunos tipos de hongos.
Eso sí, no se trata de un producto milagro. Cuando toca combatir alguna plaga u hongo, hay que ser pacientes. Para que el jabón potásico sea efectivo, deben realizarse varias aplicaciones. Es muy poco probable que utilizándolo una sola vez consigamos deshacernos de todos los bichos que han invadido a la planta en cuestión.
¿Cuánto jabón potásico por litro de agua?
Las cantidad de jabón potásico que debemos disolver en un litro de agua dependerá principalmente de la concentración del jabón. Vamos a ver a continuación las cantidades recomendadas:
- Jabón potásico 50%: 2,5 – 5 mililitros por cada litro de agua.
- Jabón potásico 20%: 10 – 20 mililitros por cada litro de agua.
¿Cómo se usa el aceite de Neem y el jabón potásico?
Ahora que ya sabemos qué son estos dos productos ecológicos, vamos a comentar cómo usar el aceite de Neem y el jabón potásico. El primero de ellos, como ya hemos mencionado anteriormente, se aplica por riego o mediante pulverización. Lo más recomendable es llevar a cabo esta tarea por la mañana o al atardecer. De esta manera evitaremos que las plantas se quemen. La frecuencia con la que debemos aplicar este producto dependerá de del tipo de tratamiento, vamos a verlo:
- Prevención: Aplicación del aceite de Neem cada 15 a 20 días.
- Tratar plagas: Aplicación cada 4 a 5 días hasta que se haya eliminado por completo la plaga. En el caso de que la plaga sea muy grave, se puede aplicar por riego únicamente el aceite de Neem, sin bicarbonato.
- Combatir plagas con tratamiento foliar: Cada 4 a 5 días.
En cuanto al jabón potásico, su aplicación suele ser foliar y con ligera presión, pero con cuidado de no chafar las hojas. Para que sea aún más efectivo, lo más recomendable es asegurarnos de que limpiar bien ambas caras de las hojas. Este producto es perfectamente capaz de eliminar por completo algunas plagas, como por ejemplo los trips, los pulgones, las cochinillas o la araña roja. Para lograrlo debemos aplicarlo cada 3 a 5 días.
Ninguno de estos dos productos mata a las plagas instantáneamente, como sí lo hacen los insecticidas y pesticidas sintéticos. Privan a los insectos de su alimentación, crecimiento y reproducción. Por este motivo, ambos tratamientos son algo lentos y tardan entre cinco y siete días en surtir efecto.
Siempre que se pueda, lo más recomendable es utilizar insecticidas naturales. Podemos probar con el aceite de Neem y el jabón potásico, y si aún así no conseguimos eliminar la paga, podemos buscar alternativas.