¿Cuáles son los cuidados que necesitan las plantas?

Las plantas que compramos necesitan que las cuidemos

Las plantas que se compran necesitan una serie de cuidados para poder vivir con salud. A diferencia de las que viven en la naturaleza, la mayoría de las especies de vegetales que se comercializan son originarias de otros países, es decir, son alóctonas; por lo tanto, precisarán de una ayuda extra si quieren crecer y florecer con normalidad debido a que las condiciones de vida son distintas.

Aunque nos suene un tanto extraña esta calificación, las plantas que cultivamos han sido domesticadas por nuestros antepasados. Y como toda domesticación, esta tiene sus ventajas pero también sus inconvenientes. Por eso, vamos a ver cuáles son los cuidados que necesitan las plantas.

¿En qué consiste la domesticación de las plantas?

Antes de entrar de lleno en materia, creo importante hablar brevemente de la domesticación de las plantas, pues de hecho si no fuera por los siglos e incluso milenios que los humanos han dedicado, y dedican hoy día, a la misma, seguramente algo como la jardinería ornamental o la de huerto no existirían.

Y todo empezó, como no podía ser de otra manera, de manera instintiva. Las personas, como bien sabemos, necesitamos comer, pero también somos animales con mucha curiosidad. A base de ensayo y error durante el Neolítico, poco a poco fuimos descubriendo aquellas que nos podían ser de utilidad, y las que por el contrario debíamos de dejar tranquilas.

Una vez que aprendimos a cultivar las semillas, pasamos a seleccionar aquellos ejemplares que más nos interesaban, y a cruzarlos entre ellos. Esto nos sirvió, y nos sirve hoy para conseguir ejemplares que producen una mayor cantidad de frutos que sus progenitores silvestres, o con una altura inferior por ejemplo. Pero, como decíamos antes, no todo es positivo.

Una planta domesticada tiene más dificultades para sobrevivir en su medio natural, y ya ni digamos de multiplicarse. Es fácil que su sistema de defensas se debilite, debido sobretodo al uso de productos fitosanitarios (insecticidas especialmente) compuestos/químicos, los cuales matan a los polinizadores. Además, si es una de la que se aprovecha alguna de sus partes, como las lechugas de las que se consumen sus hojas, lo que se hace es cortarles el tallo floral para que gasten energía en seguir produciendo hojas.

Si tenemos esto en cuenta, podremos intuir que las plantas que más sufren el llamado síndrome de domesticación son las anuales, sobretodo las que tienen algún uso alimenticio y/o medicinal. Las perennes, por el contrario, como tienen un ritmo de crecimiento más lento, van ‘naciendo’ generaciones nuevas de forma más lenta y espaciada.

¿Cuáles son los cuidados que precisan las plantas?

Ahora que sabemos más sobre la domesticación de las plantas y de sus consecuencias, vamos a hablar de los cuidados que precisan aquellas que adquirimos en viveros y/o tiendas.

Es muy necesario aclarar que cada tipo de planta, cada especie, tendrá unas necesidades u otras, por lo que debes tener presente que los cuidados que te vamos a decir son generales, y por consiguiente orientativos.

Si necesitas saber los cuidados específicos de alguna planta en concreto, por favor utiliza el buscador del blog.

Dicho esto, vamos a empezar:

Luz del sol

Las plantas quieren luz

Todas las plantas necesitan luz solar para crecer. Gracias a ella, pueden realizar la fotosíntesis y, por ello, producir alimentos (azúcares y almidones básicamente) que le servirán para seguir con vida y para poder realizar sus funciones con normalidad.

Algunas de ellas querrán luz directa, como muchas suculentas (cactus y crasas), una gran variedad de árboles y palmeras, entre otros; pero otras querrán estar en una zona luminosa pero sin sol directo, como las hortensias o las azaleas por ejemplo.

En el caso de que no tengas claro dónde debes de ponerla, aconsejamos que la ubiques en una zona luminosa, pero protegida del sol directo.

Riego

La manguera es muy útil para regar

Aparte de luz, lo siguiente más importante para las plantas podríamos decir que es el agua. El agua es el líquido que las mantiene hidratadas, con la que las sustancias nutritivas son transportadas por los vasos que se encuentran en el tronco -si lo tienen-, ramas -si tienen-, tallos -si están presentes-, hojas, flores y frutos desde las raíces (las hojas también pueden absorber agua a través de los poros que se encuentran en su superficie, pero en menor cantidad).

Sin embargo, si bien el agua es vida, el agua también puede ser muerte. Hay que controlar mucho los riegos, pues tanto el exceso como la falta del mismo causará daños a las raíces, y por consiguiente a las otras partes de las plantas. En principio, debes saber que en verano se riega más seguido que el resto del año, y que hay que echar agua hasta humedecer bien toda la tierra; es decir, que hay que echar agua hasta que salga por los agujeros de drenaje de la maceta o hasta que la tierra quede bien empapada.

El mejor agua para regar es la de lluvia no contaminada. Esta es la que puedes usar para hidratar cualquier tipo de plantas, sean orquídeas, carnívoras, árboles, palmeras,… lo que sea. Ahora bien, si vives en una zona donde llueve poco o nada, puedes usar aguas blandas (aptas para consumo humano) y sin cal.

Abonado

El compost es un buen abono orgánico

Imagen – Wikimedia/Sten Porse

El abonado es la tercera tarea más importante que debe realizar todo jardinero. Pero ojo, no por ser la tercera hay que olvidarla. Es cierto que hay plantas, como las carnívoras, que NO hay que abonar pues ellas solas cazan sus presas de las cuales luego se alimentarán, pero el resto… el resto sí que conviene abonar.

Tanto el nitrógeno, como el fósforo y el potasio son los tres nutrientes que necesitan sí o sí, para crecer, florecer, dar frutos y estar bien. Ahora, los otros, como el manganeso, el hierro, el calcio, el zinc, y un largo etcétera, también los necesitan. Por eso, recomendamos el uso alternativo de distintos abonos orgánicos, como el guano, el compost, el estiércol de caballo, de vaca, de cabra y/o de gallina,… durante todo el año pero especialmente en primavera y verano, que es cuando más energía precisan para crecer y producir flores y frutos.

En el caso de que las tengas en maceta, usa abonos líquidos para no empeorar el drenaje del sustrato, siguiendo las indicaciones especificadas en el envase.

Poda

Jardinero podando setos

Con el fin de que se sigan viendo bonitas, y de paso tratar de evitar que se conviertan en atractivas para los insectos que pueden convertirse en plagas y de los microorganismos que causan enfermedades, es importante que se vayan cortando las hojas y flores marchitas, así como los tallos débiles, enfermos, o rotos. Para esto hay que usar herramientas de podar previamente desinfectadas con alcohol de farmacia o con algún producto desinfectante.

Pero, ¿cuándo se podan? Bueno, las podas pequeñas se pueden hacer a lo largo del año; sin embargo, las podas de formación y las que hay que cortar muchas ramas, se deben realizar a finales de invierno.

Plagas y enfermedades

Roya, una enfermedad fúngica

Las plantas domesticadas, como hemos dicho, suelen ser más vulnerables que las silvestres. Esto también significa que pueden tener más problemas de plagas y de enfermedades que sus hermanas silvestres. Así pues, hay que mantenerlas protegidas de las más comunes, como la araña roja, pulgones, cochinillas, mosca blanca; así como de la negrilla, oídio, roya, antracnosis, bacteriosis y virosis.

A diario, o cada 2-3 días, es aconsejable echar un vistazo a las hojas, ya que cuando antes se detecte el problema, antes podrá ser erradicado. Por lo que si vemos algún insecto, o alguna mancha que no tiene que estar, podremos actuar rápido haciendo un primer tratamiento con agua y jabón.

Trasplante o plantación

Los hijuelos se plantan en macetas

La mejor época tanto para cambiarlas de maceta como para plantarlas en el jardín es la primavera, o el otoño si el clima es cálido. Hay que hacerlo con cuidado, intentando no manipular mucho las raíces, y poniéndolas en sustratos o tierras apropiadas para ellas.

Habrá plantas que, al ser pequeñas, será mejor tenerlas en un recipiente, el cual sí puede ser el mismo durante toda su vida, pero habrá otras que o necesitarán una maceta mayor cada 2, 3 o 4 años dependiendo de su ritmo de crecimiento, o incluso suelo.

Protección contra el frío

Los invernaderos son lugares que protegen las plantas del frío

Para poder cultivar con éxito una planta en el exterior todo el año es imprescindible saber cuál es su resistencia al frío mínima, ya que de lo contrario el riesgo de que nos gastemos el dinero en vano será alto. Y así y todo, hay que tener presente que las plantas de vivero suelen ser delicadas. Un ejemplo claro de esto lo tenemos en la flor de pascua, la típica planta navideña de hojas rojas. Este es un arbusto que resiste bien el frío y las heladas débiles de hasta los -2ºC, pero como está tan abonada, tan mimada, para que este preciosa en navidad, la mayoría de los ejemplares que se compran suelen morir (algo que por cierto puedes evitar siguiendo los consejos que te ofrecemos en este artículo).

Debido a ello, si en nuestra zona los inviernos son muy fríos para las plantas que hemos comprado, tendremos que protegerlas en un invernadero, con tela antiheladas (en venta aquí), o dentro de casa poniéndolas en una habitación luminosa y lejos de las corrientes de aire.

Y con esto terminamos. Esperamos que te haya sido de utilidad 🙂 .


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